El primer derbi provincial de la temporada viajó ayer tarde a la capital después de que el Disiclín Balonmán Lalín cayera de forma merecida ante un buen Teucro. Los de Pablo Cacheda nunca estuvieron cómodos sobre el 40x20 delante de un equipo de Irene Vilaboa que supo manejar tanto la defensa como el ataque. El conjunto de Lalín, que apenas contragolpeó con acierto, notó la sensible baja del central José y perdió a su mejor lanzador, Roberto Álvarez, al filo del descanso por una descalificación inaudita.

La primera media hora fue todo lo que no quiere el Disiclín. Federico se encargó de echar el cerrojo en la portería teucrista durante los primeros minutos mientras que en el cuadro dezano nada salía como estaba previsto. Sin embargo, la igualdad fue la tónica dominante en los primeros 30 minutos sin que nadie consiguiera marcharse en el marcador después de que las defensas impusieran su ley. Un parcial de 0-3 en los últimos dos minutos culminado por Dzokic, el mejor del duelo, puso en franquicia a los pontevedreses para irse al descanso con un parcial de 10-13. La increíble descalificación de Roberto Álvarez por intencionalidad en su golpe franco con el tiempo cumplido, prácticamente dejó sin lanzamiento exterior a los rojinegros.

La segunda parte fue todavía peor para los de Cacheda. El Teucro supo sacar partido del mal arranque local para adquirir cómodas ventajas nunca superiores a cinco tantos. Enfrente, el Disiclín intentaba tapar sus lagunas con la solvencia de Durán bajo palos o los buenos porcentajes (62,5%) de la zurda de Porto, pero no fue suficiente. La mejor noticia, ayer, en el bando local fue el desparpajo de Javier Iglesias Azurmendi, con tres dianas en su haber. La segunda derrota consecutiva relega a los de Lalín a la séptima posición provisional.