El central del Disiclín, José Pedreira, salió ayer más optimista de lo previsto de su cita con el traumatólogo. Aunque no se pueden lanzar las campanas al vuelo, la lesión de rodilla producida por el jugador lalinista el sábado en Ibiza no sería tan grave como parecía a tenor de la opinión del galeno emitida ayer tarde después de pasar consulta con el jugador. “Parece que la cosa no está tan mal como parecía, pero yo hasta que no tenga la resonancia hecha no me fío”, señaló José.
Según el jugador, el médico le confirmó la rotura de ligamento lateral interno, una lesión que no requeriría ningún tipo de cirugía, por lo que el balonmanista podría estar de vuelta al 40x20 entre cuatro y seis semanas. Sin embargo, y siempre según el diagnóstico del facultativo, el ligamento cruzado de su rodilla no estaría roto como hacía presagiar la desgraciada jugada en tierras pitiusas. José espera poder efectuar la resonancia magnética lo antes posible para salir de dudas y saber exactamente cuál es el alcance de su dolencia. Solo falta que la próxima prueba médica confirme el diagnóstico traumatológico de ayer para que José pueda salvarse del quirófano y volver antes de lo previsto.