El Disiclín Balonmán Lalín encajó ayer una dolorosa derrota en la pista del Eivissa. Fue un partido que los rojinegros tuvieron controlado en su mayor parte, con ventajas que se movieron entre los dos y tres goles. Los locales sin embargo se terminaron llevando la victoria en un final de infarto en el que los árbitros se convirtieron en protagonistas. Varias decisiones polémicas, unidas a la buena actuación del meta local Gamallo en los momentos claves, dejaron a los de Pablo Cacheda con la sensación de haber dejado escapar unos puntos importantes para la permanencia. Además del enfado con la actuación de los colegiados, la jornada deja también la lesión del jugador lalinense Jose. A la espera de pruebas, el jugador podría tener una lesión de rodilla.

El partido tuvo dos partes diferenciadas. La primera fue clara para un Disciclín que se sintió cómodo en su propuesta. Con un parcial 1-4 de salida, los rojinegros impusieron su juego rápido y una defensa dura que puso en muchos aprietos a los locales. El Eivissa reacción, pero nunca se encontró a gusto, especialmente a la hora de encontrar portería. Las ventajas se movieron en toda la primera parte del lado de los visitantes, amenanzando en muchos momentos con abrir todavía más brecha. Al descanso sin embargo se llegó con un 10-11 que demostraba la superioridad que las defensas estaban teniendo sobre los ataques y que dejaba todo por decidir.

En la seguna parte sin embargo, el viento comenzó a soplar del lado del conjunto local. Poco a poco, el Eivissa fue recortando diferencias ante el Lalín. Asentados en su buena defensa y en la figura de un Gamallo que comenzaba a crecer, los locales se consiguieron colocar por encima 15-14 cuando iban disputados doce minutos de la segunda parte. Era la primera vez desde el 1-0 inicial.

Tras ir remolque durante 55 minutos, los locales llegaban al tramo decisivo con la moral alta ante un Disiclín que trataba de reencontrarse con su mejor versión. Con mucha tensión en ambas áreas y la máxima igualdad se llegó a los instantes decisivos, que supo manejar con más veteranía el colectivo ibicenco para llevarse los puntos en juego.

Los rojinegros volvieron a colocarse por delante, con Román Pedreira y Jorge López asumiendo responsabilidades en ataque. Los tantos de Aser y Ramón permitieron a los de Cacheda entrar en los siete minutos con dos tantos de ventaja que poder administrar (19-21).

A partir de ahí, el partido cayó en la locura. Los rojinegros se toparon con una muralla ante ellos, que no supieron superar y cuando lo hicieron se encontraron con un gran Gamallo. El meta negó a los visitantes la opción del lanzamiento lejano, en caída libre hacia la desesperación. A esa locura no ayudaron los colegiados, con varias decisiones polémicas siempre contra los rojinegros. Dos tantos anulados a Ramón y alguna exclusión no pitada a los locales hizo que el Disiclín terminase de desaparecer. Marc Torres fue el que puso por delante a los pitiusos con una gran maniobra a falta de un minuto (22-21) y, tras dos jugadas polémicas y un tiempo muerto, Íñigo Celorrio dio la puntilla sobre la bocina.

Cacheda // Entrenador: “Los árbitros decidieron este partido”

El entrenador del Disiclín Lalín se mostró muy molesto con la actuación de los colegiados en el partido de ayer. “Los actores principales fueron los árbitros. Ellos fueron los que decidieron este partido”, afirmó. “En la primera parte hicieron un tipo de arbitraje, desde mi punto de vista correcto. En la segunda, cambiaron. Hubo mucha diferencia con los contactos en una y otra pista. Solo hay que ver que nosotros acabamos con cinco exclusiones y ellos con ninguna. Además, anularon dos goles claves a Ramón, hubo una exclusión sobre Rubas al final, una posible roja... Hoy ellos marcaron el partido y eso nos deja con una sensación muy mala. Puedes perder porque sean mejores pero no por cosas como estas, porque no las puedes controlar”, manifestó el entrenador. Cacheda considera además clave la actuación del meta local, que hizo que la portería se les hiciese “más pequeña”. Lamentó además la lesión de José. A la espera de pruebas, apunta a una lesión de rodilla que puede ser grave.