El ex jugador del Barça Salva Puig asumió un salto en su carrera en el banquillo pasando del Calella al Sarrià el curso pasado Las cosas iban bien hasta que la liga se suspendió por el virus. Puig ha decidido quedarse porque piensa que el proyecto todavía no se ha terminado, aunque las dudas que genera el curso a División de Honor Plata que arranca hoy en la pista del Arena. El técnico cree que el principal rival de este año es la Covid-19 "porque no sabes ni dónde ni cuando te lo puedes encontrar. Será una temporada donde la palabra 'adaptación' será clave. Tendremos que ir semana a semana, y las cosas podrán ir variando en cualquier momento. Mentalmente será una temporada diferente". Puig reconoce que no le gusta el sistema de competición porque "soy muy de todos contra todos a doble partido. Es el más justo y razonable. Lo que menos me gusta es que haya 5 descensos de 20 equipos, un porcentaje muy alto, aunque entiendo que no era fácil para la federación decidir cómo terminar la temporada pasada y que se optó por hacer ascensos y ningún descenso, y que ahora somos más equipos".