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fútbol

La rebelión de los modestos

Nueve equipos de Deza-Tabeirós rechazan iniciar la competición hasta que mejoren las condiciones sanitarias

Un lance de un Val do Ulla-Vilatuxe anterior. // Bernabé/Cris M. V.

Una amplia mayoría de los clubes de la Subdelegación de Santiago de la Real Federación Gallega de Fútbol, entre los que se encuentran nueve de Deza-Tabeirós, consideran precipitado iniciar el 1 de noviembre el campeonato liguero, así como permitir los entrenamientos con contacto y sobre la viabilidad de un posible protocolo de actuación por la Covid-19. Sin embargo, otros seis de la zona se lo están pensando (SD Agolada, SD Cruces, SD Cruces B, CD Lalín, CF Silleda y CF Silleda B) y dos más (CD Estradense B y Club Lamela) han rehusado sumarse a la protesta. Las entidades díscolas subrayan que "en el caso de que las condiciones cambien en enero, febrero o marzo, o cuando sea, estaríamos dispuestos a valorar comenzar la competición, pero los clubes somos conscientes que hacerlo ahora puede traer más prejuicios que beneficios para toda la sociedad y para la evolución de la pandemia. Así que, rogamos que se aplique el sentido común, se le dé prioridad a la salud de la gente, a la economía y que los centros educativos se puedan desarrollar con normalidad".

El extenso comunicado consta de 11 puntos en los que las 56 entidades de la zona de Santiago exponen sus razones para rechazar la vuelta a los terrenos de juego. En este sentido, comienzan indicando que "con el actual estado de la pandemia consideramos una irresponsabilidad comenzar las ligas de fútbol regional (no profesional) en noviembre, y entrenamientos con contacto en octubre, sin saber cómo se va a comportar el virus en la época de frío coincidiendo con otras enfermedades como la gripe, por ejemplo. ¿Qué sentido tiene autorizar el deporte de contacto a las puertas del invierno cuando nos encontramos en una situación epidemiológica muchísimo peor y teniendo en cuenta que asociaciones como la Sociedad Española de Medicina Deportiva consideran que no debe haber deporte de contacto en estos momentos". Con tal motivo, consideran "inasumible el riesgo de contagiar a terceras personas. Desde las directivas de los clubes no queremos vivir con el cargo de conciencia de que alguno de nuestros jugadores pueda perder su propia vida o a un ser querido por jugar en una liga regional, o pueda perder su puesto de trabajo por verse sometido a una o varias cuarentenas en la temporada".

Amenazados

Otro de los asuntos que preocupan a los directivos es la responsabilidad. Al respecto, explican que "la federación no puede descargar la responsabilidad de un posible brote en la figura del llamado 'responsable de protocolo e higiene", que será el responsable último de que se cumplan los protocolos. Consideramos que no es de recibo que toda esa gran responsabilidad recaiga sobre ningún miembro del club, si no que tenía que recaer en la propia federación que es la que nos obliga a jugar bajo amenaza de descenso de categoría". Al respecto también piensan que es "una irresponsabilidad que se permita que todas las semanas en cada partido de fútbol se junten 22 personas como mínimo que no son de la misma unidad de convivencia para realizar un deporte de contacto. Seríamos cómplices y partícipes de la propagación de la pandemia por el interés puramente económico de la federación gallega de activar los campeonatos a cualquier precio".

En otro orden de cosas, la obligatoriedad de jugar a puerta cerrada o con aforos limitados, así como el uso de mascarillas para disputar los encuentros son otras de las medidas que se rechazan de pleno por parte de los clubes de categoría autonómica que secundan el escrito. Por lo que respecta a los aforos, creen que "no tiene sentido el fútbol regional a puerta cerrada o con aforos limitados. Según el protocolo, todos los aficionados que asistan al campo tienen que estar sentados y separados por 1,5 metros. ¿Conoce usted (Rafael Louzán) los campos de estas categorías y las dimensiones de las gradas (cuando existen) pero, un día de lluvia a cubierto apenas entrarían una decena de personas. ¿En realidad cree que todo esto es necesario", le inquieren al mandatario de la Gallega. El razonamiento también es válido para el uso de vestuarios, a tenor del estado que presentan los campos. Y sobre las mascarillas, tienen claro que "en este deporte es imposible jugar con ellas, y jugar sin ellas supone romper con todas las recomendaciones sanitarias".

Por último, el comunicado califica de "intolerable" que se dé un partido por perdido a un equipo con positivos o de una zona infectada, por lo que consideran que la competición se vería "adulterada".

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