El Estradense regresó ayer a los entrenamientos en una pretemporada que arranca marcada por las exigentes medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. Los rojillos podrán realizar sus entrenamientos con contacto pero tendrán que seguir muchas normas en cuanto a las instalaciones municipales. "Son cosas un poco fastidiosas pero no nos queda otra que acatarlas", señaló el técnico Alberto Mariano, quien intenta adaptar estas normas a una pretemporada atípica.

Una de las cuestiones a las que afectan estas pautas es la celebración de partidos amistosos. Por ahora no tienen ninguno cerrado. Mariano confía en que la semana que viene puedan organizar alguno con algún equipo de Tercera o Segunda B cercano, ya que las categorías más bajas todavía no han empezado a trabajar. Entre las opciones que barajan está la organización de un amistoso contra el Vista Alegre Estudiantil.

En cuanto a las medidas sanitarias, la más destacada es la imposibilidad de utilizar los vestuarios. De esta manera, los jugadores se cambiarán en las gradas del Estadio Municipal, cada uno con un sitio asignado separado de los compañeros por una distancia mínima. Además, a los jugadores se les tomará la temperatura antes de entrar al recinto, así como a todo el cuerpo técnico.

Los rojillos mantienen un bloque casi inalterable con respecto al de la pasada temporada, con cinco incorporaciones y cuatro bajas. Además, contarán con cuatro juveniles y dos jugadores del filial en esta vuelta al trabajo. Se analizará también el estado del delantero Jorge tras un año parado por culpa de una lesión.