Tras el largo parón de competición obligado por el coronavirus y la cuarentena, la Escudería Estradense regresó ayer al asfalto para disputar la primera prueba del Campeonato Gallego de Montaña. Tras la suspensión de la mayor parte de las carreras del autonómico, la Subida á Saleta quedó como la primera cita de una competición que solo contará con tres carreras. Varios pilotos estradenses no quisieron perderse la ocasión de volver a correr y se plantaron con mejor o peor fortuna en la línea de salida de la prueba celebrada a lo largo del fin de semana en Carballiño.
De la expedición estradense en el estreno del Gallego, el mejor fue Carlos Rodríguez "Moreno", un hombre que esta temporada se estrena a los mandos de un carcross Kincar, después de muchos años conduciendo un Peugeot 106 con el que en 2019 fue campeón de su agrupación. En su debut con un carcross terminó en el puesto doce y fue quinto dentro de la agrupación nueve. Una posición por detrás terminaría su compañero de equipo David Rosende, también pilotando un carcross Kincar. Tanto Rosende como Moreno se perdieron una de las mangas oficiales pero terminaron muy cerca del Top Ten y siendo los mejores con Kincar.
Peor suerte tuvo el estradense Manuel Rey "Vila", también con un carcross Kincar. En su caso tuvo que abandonar después de romper su montura en la primera manga de entrenamientos. Un final similar tuvo el estreno con la Escudería Estradense de Roberto Barreiro y su Seat 124. En su caso, rompió en la segunda de las mangas oficiales del sábado.
Representando a la escudería Carracedo Competición estuvo en esta prueba Pablo Andújar. A los mandos de su Peugeot 106 el estradense terminó ocupando la posición 43 final.
