- Su vida habitual suele ser un no parar con sus compromisos a nivel autonómico y nacional. ¿No tiene ya mono de rally?

- Por supuesto. Estos días estoy enganchado con la Playstation. Tengo un volante atómico, con caja secuencial y todo. Es una forma de matar el gusanillo y también de entretenerme. Por las mañanas entreno un poco pero tampoco puedo hacer mucho aeróbico. A este paso cuando vuelva al gimnasio voy a sufrir. En mi caso sin embargo sigo trabajando en Emerxencias y estoy aprovechando para devolver muchos de los días que les debía a los compañeros y adelantando otros por si se puede volver a competir.

- ¿Cómo ve la situación actual del mundo de los rallys en Galicia y España?

- Pues el presidente de la federación gallega la ve muy optimista pero yo la veo muy incierta. Esto va a ser lo último. Los bares, las fiestas o evento multitudinarios como puede ser un rallye serán lo último que dejarán hacer. No es una actividad esencial y además se congrega mucha gente y muy cerca unos de otros. Esto se va a retrasar mucho. Yo creo que hasta septiembre no podremos empezar a correr. Eso nos va a dejar con poco margen de tiempo. La federación española ya explicó que no van a poder poner una carrera cada una o dos semanas porque los equipos necesitan volver al taller y preparar los coches para competir. Además, no hay presupuesto de un equipo que aguante eso.

- Tampoco la situación es muy buena para los organizadores de carreras.

- Para nada. Organizar una carrera de este tipo es muy caro. Un rally del campeonato gallego puede costar unos 60.000 euros y uno de España 120.000 como mínimo. ¿De dónde va a salir ese dinero?

- ¿En que situación están ustedes?

- Víctor Senra se compró un Skoda EVO II nuevo y logramos correr en A Coruña. Por lo menos lo probamos pero está parado. Iván Ares se compró el Hyundai nuevo y ni quiera lo llegamos a estrenar. Teníamos un test en Cantabria con vistas a Sierra Morena pero fue justo cuando se montó todo. Vino de Alemania, bajó del camión y está allí parado. Son 250.000 euros que no se mueven. Luego están los patrocinadores. Hyundai te da el apoyo económico pero hay que correr. Luego están los patrocinadores pequeños, que no creo que lo estén pasando muy bien. La situación es complicada tanto para los organizadores como para los equipos porque muchas empresas que apoyan están bailando. Esto afecta tanto a los pilotos del Nacional como a los de una subida. Este es un deporte muy caro. Escogimos mal.

- Le sale más a cuenta en la consola.

- Por supuesto. Ahí voy a tope, como si fuese millonario. En estos días estamos todos enganchados al Dirt. En el mundo de los rallys estamos todos metiéndonos unas paliza con la Playstation. Es mucho tiempo sin correr. Iván por ejemplo todavía no corrió esta temporada. Tiene un mono tremendo.

- A usted también es raro verle tanto tiempo parado...

- Las primeras semanas me parecía hasta bien el confinamiento porque tenía que hacer muchas cosas en el piso y me venían varias carreras seguidas. Así tenía tiempo para limpiar, ordenar y hacer algunas chapuzas que tenía pendientes pero ahora ya tengo todo demasiado limpio en casa. Sin embargo, sigo preparando el planning para las carreras como si se fuesen a disputar. Así lo tengo listo si se disputan más tarde.

- ¿Confía entonces que se pueda volver a correr?

- Yo espero que sí. El Botafumeiro está en agosto. Veo complicado que nos dejen pero podría estar por ahí. Antes no creo que nos dejen correr. Es difícil por ejemplo que nos dejen correr en junio, para el Rali de Ourense. Esto es un hobby. Hay que mirar lo que está pasando en China, van abriendo, pero poco a poco. Aquí pasará lo mismo. En un partido de fútbol si va uno infectado salen todos. Dejan abrir las empresas por la economía pero el resto no. Un partido de fútbol se puede jugar además a puerta cerrada y retransmitirlo por televisión pero un rally no puede hacer eso. Espero que no se extienda la idea que propusieron para el ciclismo de hacerlo sin espectadores. Tampoco es viable para la organización de las carreras, porque no pueden estar esperando hasta los días previos para saber si se disputa o no.