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fútbol sala - Preferente Autonómica

El rival más duro

Tras una cuarentena preventiva de catorce días, la jugadora del A Estrada Futsal Pati inicia un partido diferente contra el coronavirus como trabajadora de Emerxencias A Estrada

La veterana jugadora estradense, ayer, entrenando en su vivienda de A Estrada.

La jugadora del A Estrada Futsal Pati lleva dos semanas atípicas en su vida. Encerrada en un pequeño piso de veinte metros cuadrados ha visto como la lucha contra el coronavirus se extendía por toda España. Su lugar sin embargo no estaba entre esas cuatro paredes, sino en primera línea junto a sus compañeros del Servicio de Emerxencias de A Estrada. Su baja ha venido forzada por una cuarentena preventiva por tener algo de fiebre tras pasar unos días en Madrid. Pati ha podido finalmente liberarse de su confinamiento tras dar negativo en las pruebas y superar la cuarentena, así que el domingo podrá reincorporarse al trabajo. La jugadora ve sin embargo más complicado cumplir a corto plazo su otro deseo, volver a jugar un partido con sus compañeras, un parón del deporte amateur que considera que extenderá todavía mucho más.

Patricia Suárez prefiere que la llamen Pati, nombre con el que la conocen todos, tanto dentro como fuera del fútbol. Desde el año 2006, la jugadora de Oca ha compaginado su pasión por el deporte con su trabajo en el Servicio de Emerxencias A Estrada. En la primera de esas facetas su trayectoria ha estado ligada al fútbol y al fútbol sala. Tras crecer de partido en partido rodeada de chicos se enroló con doce años en el Órdenes. A partir de ahí pasó por muchos equipos, compaginando en muchas épocas el fútbol y el fútbol sala. "Hubo épocas en las que llegaba a jugar tres partidos por fin de semana. Eran tiempos de juventud. Ahora sería incapaz", afirma. Fue hace cuatro años cuando el por entonces entrenador del A Estrada Futsal, Manuti, la convenció para sumarse al proyecto. Cuatro temporadas después Pati es un pieza importante en el equipo dirigido ahora por Marcos Sesar.

Para una deportista nata para ella, la llegada de la crisis del coronavirus y ha traído un cambio drástico en su rutina diaria. "Hago ejercicio en casa para intentar mantenerme en forma pero es duro. Normalmente las temporadas se te hacen largas pero cuando te lo quitan es cuando te das cuenta de la falta que te hace", afirma. "Estoy deseando volver a jugar, aunque sea una pachanga, y volver a estar con las compañeras. Hasta echo de menos a Sesar", bromea la jugadora, quien ve complicado que puedan volver a jugar esta temporada. "En las categorías profesionales es otro tema, porque hay otras cosas de por medio, pero en categorías aficionadas no creo que juguemos en verano".

El parón de Pati sin embargo ha tenido un condicionante diferente. La jugadora estradense afronta los últimos días de una cuarentena preventiva que tuvo que hacer después de pasar unos días en Madrid y tener algo de fiebre. Finalmente, las pruebas a las que fue sometida dieron negativo por coronavirus, así que el domingo podrá reincorporarse de nuevo a su trabajo en Emerxencias. Pati ha intentado mantenerse un poco al margen de lo que está pasando en la base hasta que le toque el momento de aportar su granito de arena, aunque sabe que son momento de estrés y nerviosismo al estar expuestos todos los días con los traslados sanitarios. "Si es un posible caso tenemos que ir protegidos en todos momento y al acabar debemos volver a la base para desinfectar la ambulancia y entre nosotros. Son cosas que llevan mucho tiempo pero que tenemos que hacer bien. Si se nos mete el bicho dentro de la base podemos caer todos y tenemos que evitarlo".

A Pati le toca ahora jugar un partido diferente, junto a las numerosas personas llamadas a cuidar por la salud de los demás y que cada día, a la misma hora, reciben su merecido aplauso.

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