Ramiro Maceira Matalobos, nacido en la parroquia estradense de Guimarei en el año 1925, falleció el día 19 a los 94 años de edad. Conocido por sus años de trabajo en el Teatro Principal de A Estrada, Ramiro ha sido uno de los grandes protagonistas de la historia del Club Deportivo Estradense. Aquel centrocampista que destacaba entre sus compañeros y rivales por su altura y fuerza se convirtió por su longevidad en el jugador del club de mayor edad, siendo testigo directo de un Estradense que renacía de sus cenizas tras los años de guerra. Era además el único superviviente de una generación que jugó en el antiguo campo de la Carballeira de Leyes, en las proximidades del Caño Sifón, para luego pasar a la explanada de "A Baiuca", cuando aún era un vertedero municipal y donde años después se construiría el estadio que fue el hogar del Estradense durante más de cincuenta años.

Maceira sin embargo dio sus primeros pasos en el fútbol en el Guimarei, el equipo de su aldea. Todo cambió en el año 1946. Con veinte años el centrocampista formó en el once de un Guimarei que se enfrentó y logró derrotar al Estradense. Ese día, Maceira se convirtió en nuevo jugador rojillo. Estuvo cinco años en el club, estando a las órdenes del histórico Gonzalo Varela, un hombre que había militado durante años en el Celta de Vigo y que llevó al Estradense todo lo que había aprendido. En A Baiuca, Maceira compartió vestuario con jugadores como Muñiz, Valcárcel, Pancho, Tito Camba, Cubano o los hermanos Varela, entre otros, una generación que dio forma a un nuevo Estradense, que llenaba el campo cada vez que jugaba y que pagaba a sus jugadores con la merienda.

Maceira sin embargo siempre destacó el orgullo que implicaba en aquella época vestir la camiseta del Estradense, algo solo reservado para los mejores jugadores del municipio, con Gonzalo Varela como el encargado de realizar esa selección. Su aventura en A Baiuca finalizó en 1951, cuando contrajo matrimonio y decidió abandonar el fútbol en activo. Durante años, el centrocampista de Guimarei siguió siendo un habitual en las gradas de A Baiuca hasta los últimos años.

Hace cinco años y coincidiendo con el noventa aniversario del Estradense Maceira y su familia nos abrían las puertas de su casa en el corazón de A Estrada. Allí, rodeado de algunas de las fotos que conservaba de aquellos años, el jugador de Guimarei echaba la vista atrás para recordar a todos los compañeros ya fallecido. Finalmente, Maceira puso punto y final a su última guardia para volver a vestir la casaca rojilla con todos ellos y a las órdenes de Gonzalo Varela.

El destino ha querido que la despedida de Ramiro Maceira llegase en un momento duro, en pleno confinamiento por el coronavirus. Su velatorio y entierro tuvieron que celebrarse en la intimidad familiar. Eso hizo que muchos no se enterasen de su fallecimiento hasta días después. Cabe recordar que Maceira era muy conocido por su trabajo en el cine y teatro en donde estuvo desde los treinta años hasta que se jubiló, ejerciendo como taquillero y como ayudante de proyección.