La derrota sufrida el pasado sábado en la pista del Calvo Xiria fue la menos dolorosa de las sufridas por el Embutidos Lalinense desde hace tiempo. Los rojinegros visitaban la pista de uno de sus tres rivales directos en la lucha por las dos primeras posiciones sabiendo que tenían mucho que ganar pero también poco que perder, y al final sucedió lo segundo. La derrota deja a los de Pablo Cacheda como líderes antes de afrontar las ocho jornadas finales, jornadas en las que ya no tendrán que enfrentarse a más rivales directos y en las que están obligados a demostrar que merecen estar en la fase de ascenso derrotando a todos los rivales de la zona media y baja que se les pongan por delante.
El entrenador del Embutidos Lalinense tiene claro que la clasificación muestra que su equipo sigue siendo el favorito entre los cuatro primeros. "Todo está muy igualado pero la clasificación a día de hoy dice que nosotros seguimos siendo los favoritos. Lo que tenemos es que seguir refrendando nuestro trabajo como hasta ahora", manifestó. "Nos quedan ocho jornadas en las que ya no hay más enfrentamientos directos. El que menos falle, el más regular, será el que termine llevándose el gato al agua".
Los rojinegros mandan en estos momentos en la clasificación con un punto más que el Lanzarote, en estos momentos su principal rival. A un punto se encuentra también el Xiria y a dos el Chapela, aunque estos dos últimos cuentan con un partido más jugado. De todos ellos los de Cacheda tienen el average ganado con el Lanzarote y con el Chapela, pero perdido con el Xiria. Esto implica que incluso podrían perder uno de los ocho partidos que les quedan por disputar. El técnico lalinense señaló que todavía tienen partidos complicados por delante y que todavía son muchas jornadas, por lo que todo puede pasar. Sin embargo, la fase de ascenso sigue estando en su mano y con un pequeño margen de error, una situación que hace un poco menos dolorosa la derrota en Carballo.
Ese tropiezo llegó además en un buen partido del equipo lalinense. Así lo entiende Cacheda, quien considera que a su equipo le faltó la "pizca de suerte" necesaria para ganar partidos tan igualados como el que disputaron ante el Xiria. "En estos partidos los detalles son muy importantes y esos no cayeron de nuestro lado. En la primera parte por ejemplo el arbitraje no nos ayudó y condicionó mucho el partido. Nosotros buscamos mucho el juego con el pivote y ellos lo defendieron con mucha dureza con el permiso de los árbitros. Eso fue clave. Por otra parte nos metieron hasta cinco goles en rechaces", argumentó el técnico.
Cacheda también considera determinante la buena actuación del guardameta local, que rozaba al descanso un 50 por ciento de acierto en paradas. Estadísticas como esa explican los numerosos fallos en los lanzamientos que acumularon los rojinegros, "muchos más de los habituales" para el técnico.
"Planteamos el partido como queríamos pero creo que no nos sonrió la suerte para terminar logrando la victoria", sentenció el entrenador del Embutidos Lalinense.
