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fútbol sala - Nacional

Capitán a bordo

Kinso, jugador del Estrada Futsal, compagina su pasión por el fútbol sala con su nuevo trabajo como marinero

El jugador del Estrada Futsal Kinso posa en la playa de Vilagarcía. // Noé Parga

El entrenador del Inversia A Estrada Futsal, Paco Garabal, lleva dos meses echando de menos a su capitán. Joaquín Rebollido, más conocido en el mundo del fútbol sala como Kinso, lleva más de dos meses metido en la lista de bajas del equipo del Coto Ferreiro por motivos laborales. El motivo de esta larga ausencia del pequeño jugador es su nueva profesión. Y es que Kinso decidió hace poco cerrar la tienda 24 horas que regentaba desde hace años para dedicarse a algo totalmente distinto, la mar. El jugador lleva casi un año trabajando como marinero en un vivero de almejas de Vilagarcía, una profesión que reconoce siempre le ha apasionado y que ahora disfruta.

Nacido en Vilagarcía hace 29 años Kinso siempre ha mirado con cariño el mar, aunque su vida lo llevó por otros caminos. Durante años se encargó de su trabajo llevando una tienda, algo que compaginaba con su pasión por el fútbol sala, con seis años ya a sus espaldas en el equipo estradense. Un día sin embargo, Kinso decidió dar un cambio radical a su vida. Cansado ya de la tienda decidió cerrarla y aceptar un trabajo junto a un amigo que tiene un vivero de almejas y otros tipos de moluscos en Vilagarcía.

"Siempre me gustó la opción de trabajar en el mar", explica el jugador. "Es un trabajo duro y que te tiene que gustar pero cuando tuve la posibilidad no lo dudé. Me saqué los cursos que necesitaba y me lancé", añade. Su labor es de solo unas horas al día, siempre moviéndose al ritmo de la mareas. Exige sin embargo un gran esfuerzo, ya que tienen que salir al mar en muchas ocasiones en condiciones lluvia, viento o frío. Especialmente duros fueron los meses finales del año pasado, cuando los temporales condicionaron la siempre importante campaña de Navidad. En este tiempo, y teniendo en cuenta la alta demanda, tuvieron que trabajar en doble turno, uno por marea. "En Navidad se llegó a poner el percebe a 400 euros el kilo pero es normal. Esa gente se jugó la vida saliendo algunos días de temporal. Sin embargo, para ellos es la temporada más importante y tienen que aprovecharla al máximo", explica. En su caso sin embargo hubo varios días que no salieron al mar por las malas condiciones.

Kinso ve en su trabajo como marinero una posibilidad de futuro, aunque reconoce que también exigen una carga física importante. "Voy en la lancha pero cuando las condiciones son buenas hay que meterse en el agua y sacar la almeja. Es un trabajo físico duro, especialmente de pierna". Este trabajo se deja notar después en el fútbol sala. Kinso volvió hace unos días a los entrenamientos tras su baja por la temporada de Navidad y reconoce que terminó desfondado. "No pensé que estuviera tan mal", afirma.

Superada la parte con más trabajo del año en el mar, el jugador de Vilagarcía aguarda volver a ayudar al Estrada Futsal, en donde reconoce sentirse muy a gusto después de seis temporadas y luciendo el brazalete de capitán. "Si no estuviese contento ya no estaría aquí. Ya no me voy a ningún sitio. Soy de sangre caliente y a veces me enfado pero aquí todos me conocen y saben como soy. Estoy muy contento en A Estrada porque parecemos más un grupo de amigos que un equipo", afirma. Ese sentimiento es que el que hace que no tenga problema en desplazarse desde Vilagarcía hasta A Estrada para entrenar y jugar a pesar de poder tener otras opciones más cercanas a su casa.

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