El Estradense consiguió en la mañana de ayer una importante y merecida victoria por 3-1 ante el Polvorín. El filial llegaba al Municipal de A Estrada como favorito pero se topó con un Estradense que puso intensidad y fútbol para ganar la mayor parte de las batallas. Los de Alberto Mariano maniataron a su rival en una primera parte en la que tuvieron ocasiones y sentenciaron en la segunda tirando de épica en los minutos finales.

El choque jugado en A Estrada dejó un gran sabor de boca en la afición local. Los rojillos, al igual que ha sucedido en la mayor parte de sus partidos de casa, se mostraron ambiciosos ante un rival con mucha calidad y llamado a pelear en la parte alta. Los lucenses asumieron el control del balón de inicio pero tuvieron enfrente a un Estradense que realizó un gran despliegue físico en la medular. El trabajo de jugadores como Brais Vidal o Javicho fue una vez más encomiable, regalando a su equipo la solidez necesaria para hacer daño. Con los rojillos bien plantados, las ideas escasearon en un Polvorín que dio por bueno el empate a cero con el que enfilaron los vestuarios. La primera parte dejó dos claras ocasiones para los locales, ambas con Juanín como protagonista. En la primera, disparó por encima de la portería de Julen un balón robado dentro del área visitante. El centrocampista tuvo tiempo de controlar y pensar pero no supo controlar su disparo. Sí lo hizo en torno a la media hora, con una rápida contra con un balón largo con el que terminó batiendo a Julen. El colegiado sin embargo anuló el tanto al entender que había partido en una dudosa posición de fuera de juego. Dos disparos de Ube desde la frontal completaron las ocasiones de un Estradense que supo pelear cuando no tenía el balón y darle criterio cuando lo robaba. Ante un rival que nunca inquietó su única pega fue el no haber marcado.

El choque dio un cambio drástico de inicio en la segunda parte. El Polvorín salió con fuerza del descanso y se acercó por primera vez a la portería de Cascallar. El meta local incluso tuvo que intervenir con acierto en un disparo dentro del área de Chiqui. Ante la renovada intensidad visitante, el Estradense apostó por hacerse con el balón, demostrando que su variedad de recursos también le permite hacer daño de esa manera. Los rojillos comenzaron a responder con ocasiones y en una de ellas llegó el primer tanto. Su autor fue Juanín, quien esta vez empuzó a la red un buen centro de Tucho que quedó muerto en el área.

El Estradense pudo ampliar su cuenta diez minutos después, con un saque de córner que Carabán remató solo pero muy centrado a las manos de Julen. Fueron los mejores momentos de un Estradense que pudo sentenciar a la contra ante un Polvorín tocado. Entrados en los diez minutos finales, los visitantes se volcaron. Tras una buena intervención de Cascallar llegaría el tanto del empate. Corría el minuto 85 cuando Escobar, el más incisivo del Polvorín, lograba marcar. La acción parte de un remate de córner que el portero local despeja como puede. El balón se estrelló en el palo corriendo por la línea de gol hasta que el delantero lo empujó. Escobar dedicó este tanto a la grada, que solo unos minutos antes le había recriminado un feo gesto con Cascallar fruto de la impotencia.

Ese gol parecía ser la sentencia para un Estradense defondado y que había conseguido muy poco rédito a su buen partido. Sin embargo, se quedó en una anécdota gracias al segundo tanto, obra de uno de los hombres de la mañana, el lateral Tucho. El bravo jugador estradense empujó a la red dentro del área pequeña una jugada larga de los locales, con varios centros y remate final de Borja que desvió Julen. Su rechace lo aprovechó el defensa incorporado al ataque para marcar.

Con el Polvorín volcado y ya metidos en el tiempo de prolongación llegaría el tercer y definitivo tanto, obra de Manuti desde el punto de penalti. La pena máxima la forzó Piñeiro, con una contra en la que se fue solo hacia la meta de Julen. Tras entrar en el área fue derribado por Antón. La acción es muy dudosa, ya que el defensa toca balón antes de que el delantero cayese. El capitán del Estradense no desperdició el penalti para cerrar el resultado justo antes del pitido final.