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natación - Salvamento

Una herencia eterna

El entrenador y fundador del Club Natación y Salvamento A Estrada Álex Porto se retira después de 16 años guiando a las promesas de la natación estradense

Álex Porto posa en las instalaciones de la piscina de la Agasp. // Bernabé

El fichaje de Juan Andrade el pasado verano como entrenador del Club Natación y Salvamento A Estrada tenía un objetivo secundario para Álex Porto. El fundador y entrenador del club desde su creación hace seis temporadas llevaba tiempo queriendo dar un paso atrás y dejar la primera línea para ganar tiempo personal y tomar un merecido descanso después de 16 años de trabajo. Tras confirmar que el relevo estaba asegurado Porto ha anunciado una decisión que lo apartará de la piscina, aunque no se irá muy lejos. Seguirá colaborando con la directiva del CNS en todo lo que necesiten y siguiendo, ahora ya desde la grada, la evolución de las numerosas generaciones de nadadores que pasaron por sus manos a lo largo de todos estos años.

Porto se inició en el entrenamiento de natación hace 16 años a través de su hermano, quien durante un tiempo trabajó en la piscina de Caldas de Reis y como entrenador del Club Acuático Umia. "Después de terminar la carrera me propuso trabajar allí y saqué los cursos de socorrista. Mi hermano se fue pero yo trabajé allí durante un par de años hasta que Xabi Calvo me propuso entrenar en el Umia". Lo hacía con un grupo de unos cinco o seis niños en A Estrada. Esa cantidad fue creciendo con el paso del tiempo, consolidando a los nadadores estradenses en el club de Caldas. Cuando decidió dejar el club con parte del equipo de entrenadores, unos treinta nadadores de A Estrada estaban en el Umia. En este tiempo entrenó a algunas grandes promesas estradenses, nadadores como Marta Troitiño, Ainoa Carracedo, Belén Troitiño o Laura Mirás.

Tras su salida del club de Caldas hace diez años, Porto decidió poner en marcha su propio club en A Estrada, donde consideraba que había las posibilidades de instalaciones y deportivas necesarias para dar forma a un proyecto a largo plazo. "Fue un momento en el que parte de los técnicos nos decidimos ir del Umia y yo decidí montar algo en A Estrada. En el Umia hubo un momento en el que había incluso más nadadores estradenses que de Caldas, así que me parecía algo normal que hubiese un club aquí", recuerda.

Comenzaron con un grupo de una docena de nadadores, algunos de ellos llegados con él desde el Umia, y hoy superan los cincuenta federados y más de cincuenta en las escuelas municipales. Una vez asentado el proyecto, Porto ha decidido dejar la responsabilidad deportiva en manos de otros compañeros. "Todo esto ocupa mucho tiempo y llegó un momento en el que me era inviable compaginar todo. No podía pasarme de lunes a domingo enganchado a la piscina".

Echando la vista atrás, Porto se mostró agradecido por haber estado tantos dedicándose a algo que le apasionó. El entrenador reconoce que uno de los factores que siempre lo echaban para atrás a la hora de tomar esta necesaria decisión fue el hecho de poder ver crecer y madurar como deportistas a muchos de los jóvenes a los que entrenó desde muy pequeños. "Estaba cansado y estar en las juntas directivas te machaca mucho pero te da pena dejar a las generaciones que vas entrenando desde pequeños. Quieres ver dónde llegan. Quienes más disfrutan de las victorias de los deportistas son los entrenadores", afirma.

"Por imposible que parezca no olvido ni una sola competición, ni un solo deportista. Quince años de aprendizaje que llegan a su fin. Ha sido una etapa impresionante e inolvidable. Siento decir que seguramente aprendí más de lo que pude enseñar", explicó.

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