Victoria balsámica la conseguida anoche por el Embutidos Lalinense Balonmán Lalín en la visita del Balonmano Ingenio de Las Palmas. El conjunto dezano se reencontró con las buenas sensaciones en un partido que, aunque en la primera parte se mantuvo parejo gracias a la envergadura visitante y sus lanzamientos exteriores, terminó decantándose del lado de uno de los mejores ataques de la categoría que ayer volvió, también, a presumir de una defensa y un portero como Iago muy difíciles de franquear.

La hora tardía del choque no hizo mella ni en los dezanos ni tampoco en los canariones, que viajaron a la península con una docena de efectivos y sin su máximo anotador Abián del Cristo. El primer acto resultó más parejo de lo esperado para los cerca de 400 aficionados que ayer desafiaron al frío y a la humedad en el vetusto polideportivo municipal. El parcial inicial de 3-0 del choque para los de Lalín llegó a los 4 minutos, culminado por el tanto de Ramón para subir el 5-2 al electrónico. Los amarillos no le perdieron la cara al choque, pero encajaron otro 3-0 a los 12 minutos que cerró Pachi con el 9-6 provisional. El Lalinense supo administrar su ventaja para irse al recreo tres goles arriba a la espera de la segunda y definitiva mitad.

En la reanudación se pudo comprobar que el Lalinense salió dispuesto a no dejarse sorprender ni por la envergadura de su rival ni por sus lanzamientos exteriores. Éstos fueron un arma de doble filo para el Ingenio, que poco a poco fue perdiendo eficacia. Enfrente, Cacheda tiró de fondo de armario hasta que un rotundo y definitivo parcial de 5-0 a los 50 minutos certificase la derrota visitante con un 27-18 en el electrónico. De ahí al final el recital sólo tuvo color rojinegro, mientras en el bando isleño las fuerzas empezaban a flaquear. La superioridad gallega se fue acrecentando conforme se acercaba el bocinazo final con un ataque en el que todos sumaron y donde los goles se reparten de manera exponencial. Porto, Ramón y Pachi engrosaron sus respectivas cuentas goleadores al mismo tiempo que Roberto Álvarez se fajaba en tareas defensivas a la vez que sacaba a relucir su zurda cuando de atacar se trataba. Y los 2 puntos se quedaron.