Óscar Pérez "Pinone" nació en 1970 en Ourense y desde muy pequeño dedicó su pasión al baloncesto. Su etapa en este deporte estuvo ligada al Salesianos y al Ourense COB, por aquel entonces Caixa Ourense. Pasó por diferentes categorías hasta que alcanzó los juveniles. En ese momento llegó su gran oportunidad, cuando el equipo recién ascendido a ACB decidió contar con él y con Carlos Rodríguez, quien después tuvo una larga trayectoria en ACB. "Fue una época buena, con jugadores de mucha calidad", recuerda Pinone, un hombre que vivió con mucha ilusión esta etapa como semiprofesional. "Viajaba con ellos siempre. Hice mucha rueda pero jugué muy poco", bromea un jugador que terminó la temporada sin haber sumado ni un minuto en ACB.
"Era una época en la que se hacían muy pocas rotaciones y Navarro era un entrenador que daba pocas oportunidades a los jóvenes. Estuve viajando todo el año pero nunca debuté. Esa fue una de las razones de mi descontento. Al final de temporada tuve una oferta de Valencia pero decidí que el baloncesto no era lo mío", explica. "Pensé que físicamente no podía dar más y me equivoqué. Después me di cuenta que el baloncesto es mucho más que físico". Con 28 años decidió volver al baloncesto con varios amigos para jugar en Liga Zonal. Allí estuvo hasta que llegó el momento de mudarse a A Estrada.
Fue en 2002 cuando, por motivos familiares se trasladó hasta la villa, si bien sus primeros años los pasó más en Lalín y Ourense. Todo cambió en 2007, cuando que quedó en el paro. "De repente tenía tiempo libre, así que comencé a bajar al pabellón y allí fue donde conocí a todos estos. De aquella, gente como David o Bilba todavía jugaban y, aunque llevaba tiempo sin jugar, empecé a echarles una mano en los entrenamientos", explica.
A partir de ahí labró una gran amistad con David González, con quien congenió desde el primer momento. "Los dos coincidimos en cómo nos gusta el baloncesto. Cuando él se hizo cargo del primer equipo comencé a colaborar con él. Fue David quien me convenció para entrenar a los infantiles y para poder ayudarle mejor hice el curso de entrenador".
Pinone solo tiene palabras de elogio para el hombre con el que ha compartido banquillo a lo largo de los últimos años. "Es un entrenador que aporta muchas cosas. Él me convenció de su método, que no es el habitual", explica. Pinone recuerda que en su época como jugador en el Ourense conoció un sistema "soviético", con jugadas y movimientos fijos que hoy mantienen muchos entrenadores. "Con David el sistema es otro. Él te pone delante del espejo. Explica al jugador donde y cuando hace daño. Muchos jugadores hacen jugadas para las que no tienen talento. Lo que busca es que no hagan esas jugadas y sí aquellas en las que hacen daño", explica. Para Pinone, David González tiene un reflejo en el entrenador del Obradoiro Moncho Fernández, quien lo entrenó durante su etapa en el EDM A Estrada. "Veo en David mucho de Moncho Fernández. Si los escuchas hablar se parecen y los dos se respetan mucho. Creo que David bebió mucho de Moncho cuando estuvo aquí".
Su labor como mano derecha de David González lo llevó a abandonar el EDM A Estrada con él hace un año y a regresar esta temporada. "Estuvimos más cerca de no volver que de volver pero nos decidimos a raíz de una charla con los jugadores. Siempre me gustó más jugar que entrenar. Esto lo veo como una forma de mantenerte cerca cuando te tienes que retirar pero reconozco que me lo paso muy bien", manifestó el entrenador.
