El Embutidos Lalinense Balonmán Lalín alzó ayer el telón de la temporada en el Arena con una trabajada victoria sobre el Magope Seis do Nadal-Coia. El conjunto que por vez primera dirige Pablo Cacheda desde el arranque del campeonato fue de menos a más ante un equipo vigués que nunca dio el brazo a torcer. Lo visto ayer en el multiusos evidencia que todavía queda mucho por hacer desde la dirección técnica lalinista para engranar las piezas de un equipo que aparece en todas las quinielas para hacerse este año con una plaza en la próxima fase de ascenso.

Llama la atención que la pareja de colegiados gallegos no excluyera a ningún jugador de los celestes en un partido que terminó decidiéndose en clave defensiva, donde los de Cacheda evidenciaron más oficio que los de Coia. Sin embargo, el Lalinense saltó a la pista siendo un equipo por hacer, y se notó. Los fallos en los lanzamientos y las pérdidas de balón facilitaron el trabajo de los visitantes en una primera media hora en la que, aunque los dezanos siempre fueron por delante en el electrónico, sí dieron la sensación de que en cualquier momento todo se podía tirar por la borda a poco que gente tan experimentada como Guille pusiera una marcha más al choque. Al descanso los pupilos de Pablo Cacheda se fueron con dos goles de ventaja y la certeza de que había que sudar para conseguir el objetivo final.

La segunda mitad mostró a un Lalinense más sólido en defensa con un Adrián muy combativo y hombres como Ramón destrozando la portería contraria. Los fallos en ataque volvieron a aflorar en los rojinegros que vieron como pasaban los minutos y no conseguían despegarse. El Magope apretó el acelerador en la recta final consciente de que esa era su única opción de aguarle las Festas das Dores a los de Lalín. El propio Guille hizo el 24-23 en el minuto 26 y 50 segundos, pero de manera consecutiva Porto y por partida doble Ramón mantuvieron la diferencia suficiente para que los 2 puntos se quedaran ayer en la cabecera comarcal dezana. El siete metros decretado por los colegiados a falta de 4 segundos para la conclusión, que fue detenido por Durán, y la desgraciada descalificación de Jorge por retener el balón de manera antireglamentaria pusieron el broche de oro a un encuentro disputado de poder a poder por dos equipos a los que sólo les vale ganar.

La mala noticia para el bando local fue la lesión en un hombro de Roberto Álvarez que tuvo que abandonar pista entre evidentes muestras de dolor y recibiendo el aplauso de una grada que volvió a presentar un magnífico aspecto.