Arenteiro y Barco se repartieron los puntos en el campo de Espiñedo, resultado frecuente cuando de un derbi provincial se trata. Un penalti que transformó Rubén García colocó a los valdeorreses por delante, Ivaloteli igualó antes de llegar al cuarto de hora de la reanudación.

Las faltas marcaron el partido. Fueron muchas, demasiadas, con lo que se hizo muy complicado darle continuidad al juego.

Con todo, el Arenteiro entró mejor al partido, llevando el peso del juego con constantes ataques por la banda izquierda.Pero los centros no se traducían en remates, con lo que los barquenses vivían relativamente tranquilos.

Un ex de la UD Ourense, Jony, tuvo el gol antes de llegar al cuarto de hora, en los mejores minutos de los carballiñeses, pero Oviedo le sacó la pelota en el mano a mano con el delantero. Acto seguido fue Pol el que no llegó en el segundo palo a un balón que había puesto Javi Rey y que pedía simplemente que lo empujaran.

La energía del Arenteiro se cortó de golpe con un penalti a los 17 minutos de partido. Rubén García no lo desaprovechó, los de Manolo Pérez tomaban la delantera.

El gol envalentonó a los visitantes, que buscaron el segundo con un remate lejano del zaguero Oli que Rui siguió con la mirada porque se fue alejando del poste.

Enfrente, el Arenteiro acusó el golpe y durante gran parte de los minutos siguientes no fue capaz de engarzar fútbol, con una imagen alejada de la impetuosa con la que arrancó el partido.

Llega el empate

El paso por los vestuarios sirvió para aclarar las ideas. Pero pasaban los minutos y el 0-1 no se movía. Hasta que Ivaloteli enganchó un centro atrás para firmar la igualada.

El Arenteiro se fue a por más pero las piernas le pesaron más de lo debido. El equilibrio se reestableció y según se acercaba el final unos y otros no vieron con desagrado el empate por lo que la recta final pasó sin demasiada historia para los aficionados.