El Estradense regresa hoy a Tercera División. Siete años después de su último descenso, los rojillos volverán a una categoría a la que confían en amarrarse con uñas y dientes. El calendario ha querido que su estreno sea contra otro equipo recién ascendido, el Arzúa, y que además disputa la primera temporada de su historia en Tercera. A partir de las 18.30 horas el campo de O Viso verá un duelo entre dos equipos llamados a pelear por la permanencia y dos equipos que aspiran a comenzar esta aventura con buenas sensaciones.

Los rojillos afrontan este primer choque de la temporada con varias bajas importantes. Destaca la ausencia de dos hombres llamados a poner el gol este año. El brasileño Rodrigo todavía no se ha incorporado a los entrenamientos y el delantero Jorge tendrá que operarse y no se espera hasta el tramo final de temporada. A ellos se unen los lesionados Fafú y Samu, además de Mateo, por motivos personales. Javicho por su parte se ha quedado fuera de la lista definitiva por decisión técnica.

El entrenador del Estradense, Alberto Mariano, apuntó que este partido va a enfrentar a dos equipos con propuestas diferentes. El Arzúa se ha caracterizado los últimos años por un juego directo y de choque, mientras que el Estradense suele apostar más por el control del balón y del partido. "Ahora mismo sin embargo todo es una incógnita, tanto con respecto al rival que te vas a encontrar como por el nivel al que vamos a estar a estas alturas", explicó el técnico, que recordó que los primeros partidos de la temporada suele ser "engañosos" por ese motivo.

En cuanto a su rival, considera que es un equipo que ha reforzado bien la base que tenía, conformando un bloque que se adapta bien a lo que buscaba su nuevo entrenador, el ex de la Sarriana Alberto López. "Es un rival muy correoso y duro". Por parte del Estradense destacó la ilusión que se respira en el vestuario ante este regreso a Tercera División. Mariano confía en que su equipo sea capaz de jugar con mucho ritmo a lo largo de los noventa minutos, una de sus premisas marcadas a lo largo de esta temporada. Otra es la necesidad de convertirse en un equpo "difícil de superar", un punto de partida sobre el que pueden ir creciendo con el paso de los partidos.