El Embutidos Lalinense inició ayer la pretemporada con una plantilla que mantiene la base del equipo que la temporada pasada terminó en la tercera posición. Al frente continuará Pablo Cacheda, un joven entrenador de la casa que se ganó la renovación con un gran final de temporada y que ahora tiene por delante el reto de comenzar un proyecto desde el principio.

"La exigencia esta temporada va a ser mayor. Es un reto mucho más complicado", reconoció el entrenador dezano, ansioso por saber el potencial que puede alcanzar este equipo. "Tengo muchas ganas de empezar y ver a dónde puede llegar esta plantilla", afirmó al tiempo que destacó que su objetivo inicial debe ser pelear de nuevo en la parte alta de la tabla. "Debemos aspirar a estar en los puestos de arriba y, si es posible, meternos en la fase de ascenso. No será fácil porque estamos en desventaja con otros equipos que cuentan con jugadores casi profesionales. Este es un equipo amateur, en el que los jugadores estudian o trabajan y luego hacen un esfuerzo enorme para venir a entrenar y jugar. A veces no es fácil compaginar todo eso", argumentó.

Cacheda comenzó la temporada con un plantel de 18 jugadores, a los que en septiembre se les unirá el internacional juvenil Juan Lago. Con respecto a la pasada temporada se han marchado Uxío, Adrián Losón y Arón, todos ellos por motivos personales. Además, han dejado el equipo los juveniles Brais y Roi Sierra, el primero para jugar en el Frigoríficos y el segundo en el Teucro. Para suplir estas bajas han regresado al equipo Tate, Miguel Novo y Manuel, a los que hay que sumar el ascenso de Rubas desde juveniles al primer equipo.

El primer amistoso de los rojinegros esta pretemporada será el próximo lunes en la pista del OAR Coruña en un partido de la primera ronda de la Copa Galicia. El día 23 se enfrentarán al Cañiza y unos días después su rival será el Cisne. El día 7 tienen previsto un amistoso contra el Novás, mientras que el día 13 cerrarán los amistosos con un enfrentamiento contra el Carnes do Ribeiro.