El Estadio Municipal de A Estrada vivió ayer un día de fiesta. La cuarta edición del Torneo Benjamín Concello de A Estrada reunió a algunas de las mejores canteras de España y atrajo a un gran número de aficionados que llenaron las gradas durante la mayor parte de la jornada. En el plano deportivo, el campeonato volvió a dar la oportunidad de ver en acción a algunas joyas del fútbol nacional, con Barça, Real Madrid y Atlético de Madrid como grandes atractivos.
En esta edición el duelo estaba servido entre los dos "grandes" de España. Cules y merengues se veían por primera vez las caras en este campeonato que los segundos disputan desde su primera edición pero que los de Barcelona conocían por primera vez. A pesar de la expectación, ambos equipos no cruzaron sus caminos y ni siquiera alcanzaron la final. En ese partido decisivo estuvieron el Atlético de Madrid, equipo que dejó en el camino al Barça, y el Celta de Vigo, verdugo del Madrid. El choque entre madrileños y gallegos terminó en empate (1-1), por lo que el cuarto vencedor del torneo tuvo que decidirse en la tanda de penaltis, una suerte en la que el equipo colchonero estuvo más acertado. Tercero fue el Depor, que venció, también en los penaltis, al Madrid.
Tanto Atlético como Celta habían seguido caminos complicados hasta esa final. Los madrileños pasaron la fase de grupos con una victoria ante el Lugo pero cedieron un empate ante el Bertamiráns. Luego superaron a la Escola Estrada y al Depor, este último el equipo que derrotó al Barça en cuartos. En el camino del Celta se cruzó el Madrid, al que lograron vencer en semifinales. Antes habían derrotado al Bertamiráns.
Desde la Escola Estrada valoraron positivamente el resultado de este torneo, con un gran ambiente en las gradas durante todo el día y con fútbol de calidad y de futuro. En cuanto al conjunto local, cumplieron con creces al meterse en los cuartos de final. Terminaron sin embargo siendo octavos tras perder primero con el Atlético y después con el Barça en la lucha por el séptimo y octavo puesto.
La jornada dejó bonitas imágenes, entre ellas la presencia de un estradense, Germán Campos, hijo del ya retirado jugador, en las filas del Lugo.
