"En este deporte los fallos se pagan", explica Víctor Rey. El estradense afronta el tramo final de su recuperación tras la fisura de peroné que sufrió hace dos meses. Todo ocurrió en el circuito de Cerceda, cuando se preparaba para el comienzo del Nacional de Portugal. "Estaba a quince días de la primera carrera. Venía de muchas horas de trabajo pero un mal salto lo fastidió todo", relata un hombre deseoso de poder medirse a los mejores pilotos del campeonato luso. A partir de ese golpe vinieron dos meses de recuperación de los que empieza a ver la luz al final del túnel. "Preferí descansar y estar bien porque con las vibraciones de la moto podían causarme dolor", afirma.

Este salto al Nacional es el último episodio de una afición que en el caso de Víctor Rey le viene de muy pequeño. "Llevo desde los cinco años subido en una moto", bromea. Esta afición se centró principalmente en las motos de carretera, realizando algún test sobre asfalto en Portugal.

Fue hace cinco años cuando conoció y decidió meterse de lleno en el supercross y el motocross. "Fue un poco tarde porque normalmente se empieza antes. Yo lo hice sin embargo con treinta años", afirma. Rey se ha mantenido fiel a este deporte, aunque reconoce que no es fácil. "Cuando yo empecé había más gente pero es complicado porque no hay un campeonato gallego. Yo corro en carreras no federadas como la de Ames o la de A Estrada. Luego corro en Trofeo Norte en Portugal". Esta competición se desarrolla en la modalidad de motocross, más rápida y con más saltos. El supercross sin embargo es más técnico. "No sabría elegir cuál me gusta más. Uno es más rápido y otro más técnico. Cada uno te gusta por algo diferente", relata un hombre que entrena en circuitos de Cerceda, Lalín, Catoira o Ourense, además de en el circuito estradense de Matalobos.

A lo largo de estos años, Víctor Rey ha disputado en tres ocasiones el Trofeo Norte de Portugal. En su primera aventura terminó en la quinta posición dentro de la categoría Promoción, mientras que hace dos años fue segundo. El año pasado ya solo disputó algunas pruebas sueltas, por lo que no peleó por la general del trofeo. Este año el estradense decidió dar un paso más, participando en el Campeonato Nacional portugués. Este salto implica una mayor inversión económica pero también lo sitúa cara a cara con los mejores pilotos del país vecino, ya que competirá dentro de la categoría Élite.

El estradense explicó que, a pesar de que lo que muchas personas piensan, el supercross es un deporte muy exigente para los pilotos. "Físicamente te destroza. Tienes que trabajar mucho a nivel físico para aguantar", afirmó. "Son unos veinte minutos de manga en los que vas a tope, con una máquina que pesa unos cien kilos y con baches constantes. El circuito puede estar además muy mal y va cambiando a cada pasada", añadió en el mismo sentido.

Víctor Rey, que corre con una Honda CRF, afronta ahora el tramo final de su recuperación con ilusión, aunque también con la calma que ha guiado su camino a lo largo de los últimos cinco años en este deporte. "Como en todos los deportes vas mejorando entrenamiento a entrenamiento pero es necesario ir con cabeza. No puedes correr demasiado. Una persona que acaba de llegar no puede ponerse en Primera División y querer ir al ritmo de los primeros. Así es como llegan los accidentes. Es mejor ir paso a paso sin apurar", manifestó el estradense. En su caso y quitando el último accidente, solo tuvo que lamentar una caída en O Marisquiño que le dañó una muñeca y otra que le afectó a la rodilla, poco castigo para un deporte en el que los pilotos están siempre expuestos.