Desde el pasado mes de octubre los más de cincuenta niños que forman parte de la categoría biberón de la Escola Estrada de Fútbol Base han ido trabajando -a su ritmo- en pabellón Coto Ferreiro. Su formación, más centrada en la diversión y el cariño hacia el balón de fútbol, tiene sin embargo un punto álgido. El pasado miércoles, el club sacó la "guardería" para llevárselos al estadio Manuel Regueiro. Pisar el césped ha sido un pequeño aperitivo para lo que vendrá el próximo fin de semana. La liga comarcal de biberones arranca con seis integrantes, los pocos equipos de esta categoría que hay en las canteras de la zona. De esos seis, tres salen de la Escola Estrada.

Marcos Piñeiro "Pacheco", coordinador de la cantera estradense, reconoce que se trata de una competición "muy agradecida". El entrenador considera que no es normal tener tantos biberones en una cantera y explicó que incluso los técnicos del Celta que se desplazan a menudo hasta A Estrada para participar en los entrenamientos se sorprendieron. En total alcanzan los 53 niños, aunque una docena prefiere no competir. Los 41 restantes suponen una cifra de récord en el fútbol gallego y se dividirán en tres equipos. "En la zona de Santiago no hay clubes con tantos equipos de biberones y en Galicia creo que también debemos ser de los que más equipos tienen", afirmó al tiempo que reconoció que podrían incluso haber creado un cuarto equipo con tantos jugadores.

Pacheco explicó que estos equipos no se organizan teniendo en cuenta las habilidades de los niños. "No miramos el ganar. Preferimos hacer equipos equilibrados para que todos se puedan divertir", apuntó, aunque lo cierto es que, en las pocas temporadas que lleva la escuela en funcionamiento, ya han ganado esta competición en más de una ocasión. Al frente de esta marabunta de niños se encuentra un amplio grupo de entrenadores. Normalmente entre seis y ocho se encargan de coordinar los entrenamientos cada miércoles.

Ahora, será el momento de verlos en acción y, a pesar de su edad, no se andan con bromas. "Están locos por jugar", reconoce Pacheco. "Alguno estaba tan nervioso el miércoles y tenía tantas ganas de entrenar en el campo de hierba que ya quería ir para allí una hora y media antes".

Uno de los problemas que tienen es sin embargo la escasez de equipos de esta categoría en la zona. Solo contarán con tres rivales, la Escola de Fútbol Lalín, el Cruces y la escuela deportiva de Vedra. Será por lo tanto una liga de seis equipos con los tres que aporta la escuela estradense. Mañana por la mañana tendrán lugar los primeros partidos. "Creo que va a ser una buena generación porque hay niños entre ellos que tienen muchas maneras", auguró el coordinador estradense.