La del Coreti Balonmán Lalín es una historia que se escribe día a día y que se cobra fuerza a través de sus dificultades. Como buen héroe de novela que se precie, las rojinegras no lo han tenido fácil para llegar hasta aquí, ni lo tendrán nada fácil para llegar al final feliz. Su historia comenzó muy abajo, en la Segunda División juvenil y podría terminar allí donde ningún equipo femenino del balonmano dezano ha llegado nunca, a un sector nacional. Por el medio sin embargo aguardan cinco batallas en las que tendrán que volver a medirse a rivales con muchas más posibilidades, especialmente a la hora de incorporar refuerzos. Nadie dijo que llegar allí fuera fácil. Nadie dijo que intentarlo fuese tan apasionante.

El equipo dirigido por Budi ocupa en estos momentos la tercera posición en la fase final gallega. la temporada sin embargo comenzó para ellas en Segunda División después que la temporada pasada no tuviesen equipo en esa categoría. Firmaron una primera fase impecable a la espera de la competición decisiva. Por el momento han jugado cinco partidos, con tres victorias ante los tres rivales que tienen por debajo y dos derrotas ante los poderosos Carballal y Porriño. A las rojinegras les queda ahora toda la segunda vuelta por delante en la que el objetivo será, como mínimo, intentar mantener esa tercera plaza y, si es posible, intentar ser segundas. El motivo es que hay dos plazas aseguradas en Galicia para el Campeonato de España. Podría haber sin embargo una tercera, ya que se está en el límite por número de equipos.

Budi reconoció que sería bonito poder jugar por primera vez un sector nacional y también el hecho de pelear por estar allí. El entrenador recordó que se trata de una buena generación de jugadoras que ya estuvo cerca de sacar un billete para un nacional hace dos años cuando eran cadetes. "Tenemos un equipo de nueve o diez jugadores que dan el nivel y las completamos con algunas del equipo cadete. En general hacen un buen grupo", manifestó. El equipo lo forman Uxía Mariño, Raquel Blanco, Tania García, Beatriz González, Sandra Blanco, Celia Pedreira, Lúa Pereira, Alba Mariño, María González y Ana González, a las que se unen las cadetes María y Paula Abeledo, Mecía Payo y María Currás.

Budi destacó sin embargo el gran mérito que tiene un equipo que pelea con algunos de los gigantes del balonmano femenino juvenil. Es el caso del imbatido Carballal o del Porriño, que se han reforzado esta temporada con varios fichajes. "Estamos peleando con equipos que se llevan a las mejores jugadoras y lo hacemos con lo que tenemos aquí", afirmó. "Es complicado porque no estamos en igualdad de condiciones. Budi recordó además que tanto Carballal como Porriño cuentan con jugadoras que ya han debutado en Plata o en División de Honor.