| El Restaurante O Refuxio de Merza acogió ayer la celebración de una comida sorpresa en la que participaron las jugadoras de la selección gallega cadete femenina. Todas ellas, junto a sus familiares, disfrutaron de un cocido en un acto que ya se ha convertido en una tradición dentro de un grupo que lleva unido desde categorías menores. La amistad surgida entre ellas y sus familias hace que cada año se reúnan en la comarca dezana para este cocido. Entre los organizadores se encuentra la familia de María Currás, jugadora dezana del Balonmán Lalín, que es una habitual en las convocatorias de la selección autonómica femenina.