Una jornada más el Agolada se marchó para casa con la sensación de haber hecho méritos para llevarse algo más. Los de Luis González Pichel recibían ayer en Agolada a un Viveiro que llegaba segundo y en una gran racha de resultados. Los visitantes sin embargo sufrieron y mucho para llevarse los tres puntos. Terminaron pidiendo la hora ante un Agolada que puso mucho corazón y que se movió bien en el ritmo de juego frenético que propuso su rival en esta ocasión.

La primera parte finalizó sin goles y sin casi ocasiones destacables para ninguno. La pelea fue una constante y el 0-0 a respondió a lo visto sobre el terreno de juego. En la segunda comenzaron a aparecer los espacios, con algún intercambio de golpes. El más claro llegó tras un centro del Viveiro que rozó el larguero. En la contra Pereiro también terminó probando los palos de la portería rival, aunque el balón botó hacia fuera. El Viveiro terminó marcando en un momento en el que los locales estaban con diez al ser atendido en banda Pacheco. Fue un centro lateral con una buena anticipación. A partir de ahí el Agolada se echó arriba. Pablo tuvo la ocasión más clara con un remate de córner fuera.