- ¿Hacían falta estos goles?
- Sí, hacían falta tanto en lo personal como a nivel de grupo porque necesitábamos un poco de llegada arriba. Los goles van siempre por rachas y parece que cuando entra uno los otros vienen detrás. Lo importante es sin embargo que valieron para sumar puntos.
- Llevaba dos goles en los primeros once partidos y ahora cuatro en los últimos cuatro. Será un alivio porque se le veía incluso un poco frustrado en el campo...
- A veces es cuestión de rachas y otras de confianza. Es el pensamiento de decir, "por fin entra". Hay momentos en los que parece que no te sale ni una, bien por fallos propios y otros por acierto de los porteros. Parece que no quieren entrar pero después, cuando metes uno, ya entran más fácil.
- Lo de la falta de goles no ha sido sin embargo solo cosa suya. Ahora mismo usted lleva seis tantos pero el resto del equipo solo catorce.
- Es verdad que no estamos teniendo por ejemplo la cantidad de goles del año pasado a estas alturas. Esperemos que ahora vengan más pero lo importante es que estamos encajando muy poco. Somos con el Valladares el equipo que menos encaja con doce goles. Eso quiere decir que se están haciendo las cosas bien en defensa pero que en ataque no estamos teniendo las ocasiones que queremos o no estamos metiendo las que tenemos.
- Es un cambio radical con respecto al año pasado...
- Es una situación anecdótica pero sí que cambió con respecto al año pasado. Hay que tener en cuenta sin embargo que el año pasado estábamos todos en el inicio de temporada y este año estamos teniendo muchas lesiones como las de Brais o Juanito. También Vidal está con molestias. Se nota cuando estás con toda la plantilla y cuando tienes que andar cambiando a la gente de posición.
- ¿Cambió algo a nivel de mentalidad en el equipo?
- No, la idea es la misma. Nos gusta intentar tener el balón y hacer un juego vistoso. Luego hay veces que no se puede. El fin de semana pasado por ejemplo nos adelantamos pronto y luego nos tocó aguantar porque el campo no estaba para más. Lo importante son siempre los tres puntos. Si los logras jugando genial, perfecto, y si no puedes, tienes que adaptarte a las circunstancias y al rival.
- A nivel personal y al margen de los goles, ¿cómo se está encontrando?
- Muy contento, como siempre, aunque si tuviese cinco goles más estaría más contento. Llevo en A Estrada seis temporadas y la verdad es que aquí me tratan muy bien. No tengo queja ninguna, tanto a nivel de directiva como a nivel grupal. No creo que nadie pueda hablar mal del Estradense porque nos tratan muy bien. El deber de los jugadores es devolver todo que hacen por nosotros en el campo. Este año además viene mucha gente a ver los partidos. Hay que corresponder a ese apoyo intentando que se vayan contentos del campo.
- Al final del año pasado se hablaba del objetivo del ascenso, ¿cuál cree que debe ser su objetivo esta temporada?
- El ejemplo es claro. Si el año pasado dimos estado ahí toda la liga, este año debemos intentar hacer lo mismo. Estar entre los cuatro primeros. Lo difícil sin embargo no es llegar, sino aguantar ahí. El año pasado estuvimos en ascenso casi toda la temporada y se nos escapó al final. Este año creo que, por equipo, debemos estar arriba otra vez. Esta liga es sin embargo más competitiva. Cada punto cuesta un mundo, da igual el rival. Nadie regala nada. Está más bonita la liga en cuanto a competitividad pero eso no quita que el Estradense, por plantilla, tenga que terminar entre los cuatro primeros para hacer una buena liga. Todo lo que venga de ahí para arriba será bueno. El objetivo del ascenso es muy lejano.
