Christian Costoya Sanabria embarcaba ayer en el aeropuerto santiagués de Lavacolla junto a su padre Marcos con destino a Brasil para ver cumplido su sueño de competir en un Mundial de karting. Su madre, Gilda, fue la encargada de llevarlos hasta la terminal donde poco después de las 17.40 horas partía el avión que los llevaba hasta Madrid. Antes de subir, su padre recordaba cómo había vivido su hijo las jornadas previas al viaje. "Cada vez que se levantaba, lo primero que nos decía a su madre y a mi eran los días que faltaban para ir a Brasil", señaló su orgulloso progenitor. Hasta tres aviones tendrán que coger Marcos y Christian Costoya para llegar por fin, hoy, a la ciudad de Joao Pessoa sita en el distrito de Paraíba, donde se encuentra el Kartódromo Internacional Paladín, trazado donde transcurrirá la primera prueba mundialista para este piloto de sólo 8 años de edad. Costoya tiene claro que quiere ser campeón del mundo, y así se lo decía ayer a todo el que se lo preguntaba en la zona de embarque del aeropuerto compostelano. Christian y su padre realizarán mañana las verificaciones administrativas, mientras que el domingo tendrá lugar el sorteo de chasis y motores y la presentación del evento. El lunes, el piloto trasdezano probará por primera vez la pista del Paladín para realizar entrenamientos, repitiendo en las jornadas posteriores. El viernes tendrá lugar la clasificación para distribuir los puestos de salida y ya el sábado 1 de diciembre llegará el día de la carrera.

En su edición número 19 el Rotax Max Challenge Grand Finals se considera como las Olimpiadas del Kart, ya que reúne a los mejores pilotos del planeta en una final de ámbito mundial. Lo que hace que la competición sea especial es la manera en que el piloto se clasifica para la competición definitiva. Para estar entre los 360 elegidos, divididos en seis categorías diferentes, los competidores deben clasificarse en campeonatos acreditados por Rotax en los cinco continentes. Costoya cumplió ese requisito en tierras lusas.

"Tenemos la mayor y más justa competición del karting mundial. El piloto sólo disputa el Grand Finals por méritos propios. Rotax corre con todos los gastos de pista del piloto. Es un premio por su temporada, por sus resultados conquistados a lo largo del año ", indicaba estos días Wilton Santos Júnior, cabeza visible de Rotax en Brasil. Cabe recordar que la promotora del RMC Grand Finals es Rotax. La marca de motores con sede en Austria pertenece al gigante BRP, que también está presente en el mercado de motos acuáticas, cuatriciclos y hasta aviones. Con más de 90 años de historia, BRP ya ha producido más de 7 millones de motores. En el karting, además de los motores Rotax Max, la empresa desarrolló Mojo, que es la marca de neumáticos de las categorías Rotax y XPS, marca de aceites lubricantes. Esta gama de productos se pondrán a disposición tanto de Costoya como del resto de participantes. Las categorías de la prueba se dividen de la siguiente manera: Micro Max (para pilotos entre 8 y 11 años, donde se enmarca Christian Costoya), Mini Max (para pilotos de 10 a 13 años), Júnior Max (para pilotos de 12 a 15 años) y Júnior.

Escaparate brasileño

Brasil estará representado por 17 pilotos en una prueba donde ejercerá de anfitrión, y en la que quiere mostrar al mundo el buen estado de forma de sus deportistas. Entre ellos se encuentra todo un expiloto de Fórmula 1 como Antonio Pizzonia, que estará defiendo el pabellón local delante de su siempre apasionada torcida al lado de hombres como Adílson Júnior, Alexandre Trita, Felipe Bartz, Fernando Guzzi, Giuliano Raucci, Guilherme Peixoto, João Cunha, João Pinheiro Filho, Leonardo Reis, Lucas Souza, Luiz Antonio, Michel Aboissa, Murilo Rocha, Nicolás Giaffone, Rafael Reis y Vinícius Tessaro.