El ciclista estradense del equipo Supermercados Froiz Óscar González se proclamó en la jornada de ayer vencedor de la Volta a Cantabria 2018, una ronda que concluía en Maliaño después de tres jornadas de competición. El excorredor del Sporting Tavira fue el segundo ciclista en cruzar la línea de meta de la tercera y última etapa. Lo hizo con el mismo tiempo que el ganador, el japonés Shoi Matsuda, tras protagonizar la escapada buena del día en la última ascensión al alto do Churi. Ambos llegaron juntos a la última recta, en la que el japonés fue mucho más rápido.

Ambos corredores aventajaron en 17 segundos al reducido pelotón que quedaba en el tramo final de la jornada, lo que permitió al pupilo de Evaristo Portela arrebatar el jersey amarillo al hasta ese momento único líder de la ronda cántabra, el corredor del Rías Baixas Antonio " Chava" Angulo. El jefe de filas del equipo de Nigrán en la Volta a Cantabria no pudo ser profeta en su tierra y tuvo que conformarse con la segunda posición y el premio al mejor ciclista cántabro de la competición. Chava comenzaba la jornada con doce segundos de ventaja sobre González, que terminó ganando gracias a su escapada con cinco segundos menos que su rival.

Óscar González, quien fue profesional durante tres temporadas consecutivas en el ciclismo portugués, llega al final de esta temporada en plenitud de condiciones, algo que ya quedó demostrado con su victoria en la pasada Volta a León. Ahora se ha hecho con la Vuelta a Cantabria y todo a escasos veinte días de que arranque la Volta a Galicia, su gran objetivo esta temporada.

Tras la carrera, el ciclista estradense reconoció que, una vez cruzada la línea de meta, comenzó a contar los segundos a los que entraba el grupo perseguidor, consciente de los doce segundos que necesitaba recuperar para llevarse la victoria. González valoró el trabajo de todo el equipo del Froiz para endurecer la carrera. Eso le permitió llegar a la última subida en el escenario idóneo. "En la subida final tiré de experiencia y puse mi ritmo desde el inicio. Me quedé solo con el japonés y a partir de ahí comenzamos a darnos relevos hasta la meta", relató. "Fue una etapa muy dura, con un ritmo muy alto y un terreno complicado", añadió el ciclista estradense.