A sus 29 años Marcos Rodríguez ha vivido mucho en el mundo del fútbol. El defensa formado en el Sporting Estrada dio un rápido salto al Estradense cuando todavía era juvenil. A partir de ahí inició una carrera meteórica hacia Tercera División. Llegado a ese punto, nunca se fue, aunque, salvo una etapa en el Boiro de tres años, nunca encontró un hogar estable. Pasó por ocho equipos en las últimas diez temporadas, aventuras en las que conoció desde un ascenso a Segunda B hasta dos descensos a Preferente Autonómica. Este año, el estradense volverá a hacer las malestar, esta vez con dirección al norte. Allí iniciará una nueva aventura personal y deportiva, esta vez en las filas del Bergantiños.
Como casi cada verano, Marcos Rodríguez figuraba en la lista de deseos del Estradense para reforzar el equipo. Una vez más, su fichaje ha quedado en nada. El defensa continuará en Tercera División después de aceptar la oferta que le planteó el Bergantiños. Será la novena temporada consecutiva del jugador estradense en esta categoría, un periodo en el que solo ha repetido equipo, el Boiro. Todos sus demás equipos los dejó tras una sola temporada. Marcos dejó el Estradense en Preferente para fichar por el Santiago de Compostela. En la temporada 2010-11 dio el salto a Tercera para enrolarse en las filas del Santa Comba. Esta primera aventura en la categoría no terminó bien, ya que el equipo terminó descendiendo a Preferente. Al año siguiente, el defensa decidió volver a casa, formando parte del proyecto del Estradense en su segunda temporada consecutiva en Tercera. De nuevo, no salió bien. En un año convulso a nivel económico el equipo rojillo terminó descendiendo en una fatídica última jornada.
A partir de ahí, la carrera del estradense dio un salto hacia arriba, pasando a jugar en equipos de la zona media-alta. El primero fue el Negreira, que de nuevo dejó tras solo una temporada. Su siguiente destino fue el Boiro, el único equipo a lo largo de su carrera en el que logró algo de estabilidad. En Barraña pasó tres temporadas, que se culminaron con un ascenso a Segunda B. El estradense tuvo ahí su gran oportunidad de probarse en una categoría superior, pero el Boiro decidió no contar con él. Tocó buscarse la vida, esta vez en el Céltiga. Al año siguiente, ya en la temporada 2017-18 volvió a hacer las maletas con destino al Arosa.
En A Lomba, el defensa reconoce haber vivido una de sus etapas más bonitas en el fútbol, especialmente por el trato recibido. "El Arosa es el mejor sitio en el que estuve. A nivel de trato, por como cuidan a los jugadores, y a nivel de cuerpo técnico, es un gran club. Es además un sitio con un gran ambiente de fútbol, en el que tienes cada domingo a más de 700 personas en la grada. Eso me encantó". El defensa valoró especialmente el buen trabajo del entrenador, algo que sirvió para que el equipo fuese de menos a más y terminase luchando arriba. Este verano sin embargo habrá remodelación en el club, con once bajas, incluida la suya.
Al central no le asustó. Volvió a hacer las maletas y su nuevo destino llegó pronto. "Me llamaron y me dieron todas las facilidades, así que no lo dudé", explicó. En el Bergantiños Marcos Rodríguez se encontrará con otro vecino emigrado, Toni Míguez, hermano del jugador del Estradense Arturo. Toni ha cerrado su renovación, por lo que ambos coincidirán en As Eiroas. "Voy a uno de los mejores sitios a los que puedo ir", admite Marcos. "Vamos a competir en una de las terceras más complicadas de los últimos años con los descensos desde Segunda B. El objetivo sin embargo será pelear por los play-offs", manifestó el estradense.
