Duarte, "Tate", Batán Rodríguez ya no es jugador del Embutidos Lalinense Balonmán Lalín. El Balonmano Torrelavega de División de Honor Plata anunciaba ayer en su página web oficial el fichaje del pivote de 22 años por el cuadro que entrena Álex Mozas. Tate firma con el conjunto montañés por una temporada con opción de renovar durante dos más "si ambas partes están de acuerdo", según el comunicado de su nuevo equipo. La incorporación de Tate se une a la continuidad de José Carlos Hernández y Edu Fernández, ambos con contrato en vigor. El club santanderino añadió en su comunicado que en los próximos días "espera cerrar alguna renovación más y poder anunciar el nombre de nuevos refuerzos de la entidad del Besaya".

El Torrelavega se deshacía ayer en elogios hacia su última incorporación. El Torrelavega no duda en considerar a Tate como "una de las perlas del prolífico balonmano gallego", añadiendo que el pivote procede de "un equipo de la zona alta del competitivo grupo gallego de Primera División Nacional". Además, el cuadro naranja destaca que Tate "a pesar de tener recursos ofensivos más que suficientes, destaca por su capacidad defensiva". Y, por supuesto, subrayan la experiencia del lalinense en División de Honor Plata tras "formar parte de la plantilla del Academia Octavio". El comunicado continúa indicando que "capaz de actuar tanto de pivote como de lateral, (Tate) responde al perfil deseado por el nuevo técnico naranja: joven, con hambre y con velocidad. El propio jugador ha destacado su capacidad de correr el contragolpe como una de sus mejore virtudes". Tate Batán será el sustituto del también gallego Marcos Dorado, que no ha llegado a un acuerdo de renovación con la entidad naranja y pone así fin a su etapa en el Torrelavega.

Tate abandona el club de su vida tras regresar a él en la temporada 2016-2017 para cubrir entonces la baja del que fuera jugador del Fútbol Club Barcelona, y ahora en el Balonmán Cisne, Daniel Ramos. En aquella ocasión el pivote fue convencido por Milucho y los directivos del Lalinense para dejar las filas de Academia Octavio y reforzar a un equipo muy ambicioso. Todo indica que las virtudes que adornan el juego de Tate también han convencido en esta ocasión a un Mozas que comulga con esa forma de entender el balonmano. Lo cierto es que la marcha de Tate deja un vacío muy grande en un Lalinense que vivirá su segunda temporada consecutiva bajo la batuta de Milucho con el objetivo de meterse en la próxima fase de ascenso. Buscar un pivote con garantías es el próximo objetivo rojinegro.