Agolada vivió ayer un día para el recuerdo. El municipio dezano se vistió de gala para asistir a una celebración largamente esperada y en cierta medida inesperada. Su protagonista fue la Sociedad Deportiva Agolada, un club humilde pero que ha demostrado que las cosas bien hechas terminan muchas veces dando sus frutos. La suya es una historia de cenicientas, de un equipo que ha sido capaz de doblegar a todos los "gigantes" que poblaron esta temporada el Grupo 2 de Primera Autonómica para ganarse el placer de pisar por primera vez en su historia la Preferente.

El orgullo por esa gesta salió ayer a la calle tras el último partido de liga en el estadio Municipal. Los de Pichel cerraron su gran campaña con una victoria final (3-0), en esta ocasión en un derbi descafeinado ante un Silleda al que le tocó asumir el papel de invitado a la fiesta rival antes de emprender el camino contrario hacia Segunda. Alcanzados los 73 puntos, llegó el momento de la celebración. Agolada había preparado todo para reconocer el trabajo de jugadores, cuerpo técnico y directiva, en un abrazo mutuo que se completó con el respaldo de la afición.

Tras el pitido final, tuvo lugar uno de los actos centrales de la celebración, cuando el presidente de la Federación Gallega de Fútbol, Rafael Louzán, hizo entrega del trofeo de campeón de liga del Grupo 2 a los de Pichel. Seguidamente, los integrantes del equipo recorrieron las calles del municipio a bordo de un autocar clásico descubierto de la empresa Rías Baixas. El recorrido concluyó en el consistorio, donde el Agolada fue recibido por toda la corporación municipal. Posteriormente se organizó un ágape con pinchos y bebidas en Os Pendellos, con música hasta bien entrada la noche.