Ratificar lo conseguido el pasado fin de semana delante del Acanor Novás es la misión que tiene mañana el Embutidos Lalinense Balonmán Lalín en O Gatañal delante del Luceros cangués. Milucho recordaba ayer que "todavía estamos en octubre y todo queda por hacer" para destacar que el campeonato es muy largo y haber derrotado a los de O Rosal sólo fue un paso importante para conseguir el objetivo de jugar la fase. "Aún nos queda todo un mundo y hay que saber gestionar tanto la victoria como la derrota", abundó el entrenador de los del Arena. Por eso, Milucho cree que "no podemos ir a hacer el tonto a Cangas, donde tendremos que competir a tope". El técnico quiere un Lalinense "intenso y centrado para poder jugar nuestro partido" en O Morrazo.

Lo que parece cierto es que la victoria sobre el Novás va a suponer un punto de inflexión en el devenir de los rojinegros en la competición. Su entrenador también manifestaba ayer que "ahora los presupuestos cambian porque somos aún más los rivales a batir; todo el mundo querrá ganarnos porque fuimos los que vencimos al Novás, y eso ahora da mucho prestigio". En este sentido, el técnico pontevedrés, enfatizó sobre que "el Luceros en casa nos espera con todos sus efectivos, y probablemente con dos incorporaciones nuevas, dos chilenos, que creo que están a prueba". Milucho incluso se preguntó "¿desde cuándo el Luceros en casa va a tirar un partido? ¡De ninguna manera!" y vaticinó un partido más complicado de lo previsto si lo suyos cometen el error de "llegar con la modorra de tener que jugar por la mañana, lo que siempre es una incógnita por la falta de hábito que supone para nosotros".

En cuanto a la convocatoria lalinista para el duelo de mañana en tierras canguesas, Bruno y Martín son los que tienen más papeletas para perderse la cita. El primero por un esguince de tobillo producido en un entrenamiento de esta semana, y el segundo por motivos personales. Renqueantes llegarán al partido Uxío, Porto con problemas de abductores y Pachi, que también se queja de un gemelo.