El Agrupación Estudiantil murió ayer en la orilla después de conseguir una pírrica victoria sobre el Viveiro en San Martiño. Los de Gelucho, que tenían que ganar y esperar una derrota del Laracha en su feudo delante del Xallas, cumplieron con su parte del guión, pero la victoria del Laracha aboca a los de Gelucho a jugarse el ascenso ante el Arenteiro en la próxima promoción.

Por lo demás, el encuentro disputado en San Martiño careció de emoción, aunque hubiera que esperar hasta bien entrada la segunda parte para que los de Loimil inauguraran el marcador. En los primeros 45 minutos el Estudiantil dispuso de numerosas ocasiones para batir a Brais, el portero de un Viveiro que evidenció sobre la hierba sintética de Callobre que ayer no se jugaba nada. Sin embargo, la habitual falta de acierto de los de Gelucho en la definición hizo que tardase en llegar el primer tanto de la tarde. Fue Antón el que en el minuto 65 puso en pie a la poblada grada de San Martiño con un certero cabezo a la salida de un córner ante el que nada pudo hacer el cancerbero de los de Amil Silva. El gol espoleó a los de Gelucho, que siguieron buscando la portería contraria sabedores ya de que el Laracha también estaba ganando en su partido. La puntilla para el Viveiro llegó a los 71 minutos por mediación de Juanín, que había entrado en la segunda mitad por Jacobo. El "17" local aprovechó un magnífico centro por la derecha para, también de cabeza, hacer el segundo y definitivo tanto del encuentro.

Con el partido resuelto, la atención se trasladó a los banquillos y a la grada, donde unos y otros se afanaban por conocer el devenir del partido entre el Laracha y el Xallas. Confirmada la victoria del cuadro coruñés, y su ascenso, el último encuentro de la temporada para el Estudiantil finalizó con los jugadores de ambos equipos saludándose camino de los vestuarios mientras una buena parte de la grada aplaudió el esfuerzo de los jugadores de Gelucho, que mantienen el sueño del ascenso pendiente de la promoción.