Para Gelucho, un hombre poco dado a las concesiones y curtido ya en varias batallas como esta, la última jornada no esconde nada más que un partido contra el Viveiro. Para el entrenador del Estudiantil esa debe ser su única preocupación durante la semana y en los noventa minutos siguientes a la seis de la tarde. El entrenador sabe que aquello que pueden controlar está en San Martiño y aquello ante lo que nada pueden hacer está en el Municipal de Laracha. "Lo que tenemos que hacer es ganar nuestro partido. Después ya veremos lo que pasó en Laracha", manifestó tranquilo.

La victoria ante el Viveiro va mucho más allá de ser una premisa para superar al Laracha en la clasificación y conseguir de esa manera el ascenso directo. Los estradenses todavía no tienen asegurada la tercera posición. El Polvorín se encuentra a tres puntos de ellos, por lo que una derrota y una victoria del Polvorín podría dejarlos sin una tercera plaza que podría resultar valiosa temporada. Gelucho reconoció que, en caso de no conseguir la segunda posición, ese tercer puesto sería un mal menor.

El único descenso del Somozas desde Segunda B hace que, con dos ascensos desde Tercera a Segunda, también ascienda el mejor tercero de Preferente, un plan B que en los últimos años ya dio el ascenso a más de un equipo. Para asegurar esa tercera posición y el derecho a jugar la promoción contra el mejor tercero del Grupo Sur a los estradenses les es suficiente un empate ante el Viveiro.

Una vez cumplido con lo que está en su mano, a los de San Martiño se les complican las cosas. El Estudiantil necesita la ayuda de un Xallas que tiene la permanencia asegurada desde hace tiempo y que ha perdido cinco de sus últimos seis partidos. Gelucho reconoció que en una situación normal el Xallas sería un hueso duro de roer para el Laracha y recordó que ellos mismos perdieron uno de sus partidos y sacaron el otro adelante con apuros. En esta última jornada sin embargo la situación es diferente. El Xallas lleva tiempo desconectado de la liga una vez conseguida la permanencia e incluso han perdido a algunos de sus jugadores. En este contexto y ante un Laracha que ha ganado once de sus últimos doce partidos, Gelucho vez más complicada una sorpresa en el Municipal pero apuntó que en el mundo del fútbol todo es posible y su trabajo pasa por ganar y esperar por ese milagro.

Esta oportunidad final llega después de un trabajado triunfo en el campo de un Noia que, a pesar de no jugarse nada, vendió muy cara su derrota. La actitud del ya ascendido líder sorprendió en el Estudiantil, especialmente en el tramo final, cuando la actitud de los jugadores del Noia provocó varias tanganas y en una de ellas Stefan fue expulsado.