- ¿Les pesa las ganas de agradar a los suyos en esta liga?

- Yo creo que eso nos ha pasado alguna vez, la verdad. De todas formas, yo sigo siendo optimista y creo mucho en el equipo porque es un vestuario con un gran potencial.

- ¿Es consciente de su gran valía dentro de un equipo como este Lalinense?

- Yo creo que eso es así porque ahora a los porteros nos están haciendo correr más. Siempre le digo en broma a Antonio que le voy a quemar el peto un día de estos, y nos reímos mucho cuando se lo comento. Es lo que hay. Al final, los porteros somos protagonistas porque resolvemos situaciones complicadas, pero eso no sería posible si la defensa no nos ayudara ni nos echara un cable. No hay que olvidar que este es un deporte de equipo, y este año se está viendo que la defensa está más asentada y a nosotros nos es mucho más fácil realizar el trabajo que tenemos que hacer.

- ¿Cómo está viendo a sus compañeros de puesto?

- Ahora me está tocando a mi jugar porque tengo la confianza del míster, pero el otro fin de semana salió Iago y dio el callo, y lo mismo sucede con Pablo, que cuando hizo falta que jugara estuvo ahí ofreciendo un muy buen rendimiento en la portería. Como te decía antes, yo creo de todas formas que lo bueno de este equipo es que todos damos el callo y que es lo que nos distingue como equipo desde siempre. Si seguimos así trabajando lo conseguiremos.