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automovilismo - Rallyes

Álvaro Méndez: "Cada vez que me pongo el casco, el mundo se para"

El lalinense logró el título del Volante FGA y fue quinto en la general del Gallego

Álvaro Méndez y David Enríquez posan ante su Peugeot 106. // Luismy

- ¿Qué valoración hace del campeonato que acaba de finalizar?

- La valoración es de un diez sobre diez. Fue increíble porque cuando iniciamos el campeonato no contábamos con tanto. Empezamos como otros años. Fuimos a Noia a probar, con un motor nuevo. Vimos sin embargo que el coche iba aguantando todos los rallyes y eso nos permitió pelear hasta el final. Terminamos ganando nuestra copa e incluso nos metimos bastante arriba en la general del campeonato.

- Hoy lo vemos quinto en la general y campeón del Volante FGA pero ¿cuál era su objetivo inicial?

- La verdad es que siempre tuve muy mala suerte con las averías, así que el objetivo principal era buscar fiabilidad. Queríamos aguantar e ir haciendo kilómetros, que al final es como más se aprende. Estaba un poco cansado de correr una prueba hoy, otra dentro de tres meses y no acabarlas. Una vez conseguimos esa fiabilidad, llegaron los resultados. Hasta este año no fui consciente de que podía estar ahí arriba.

- ¿Qué fue lo cambió en cuanto a su montura?

- Simplemente, estuvimos un poco más encima del coche. Era terminar un rallye un domingo y el lunes ya empezar a prepararlo para el siguiente. Fueron muchos días sin dormir, acostándonos a las tantas de la mañana y teniendo que trabajar al día siguiente. El mundo de las carreras es así.

- Hablábamos después del Cocido y en ese momento apuntaba a la pelea por el título, ¿cuándo cambió de mentalidad y se dio cuenta de que podía estar arriba?

- Una vez que gané aquí y me puse primero es cierto que empecé a pensar que este año podía ser el mío pero todavía quedaban muchas carreras. Donde realmente me di cuenta de que podía ganar fue en el "Surco". Después del Cocido tuvimos un abandono pero en el "Surco" me volví a poner primero y corriendo mucho. Ahí sí que empezamos a ver el final del campeonato y decidimos intentarlo todo por mantenernos arriba.

- Superados los problemas mecánicos, ¿llegó usted a disfrutar corriendo?

- Sí, desde luego. Este año disfrutábamos cada rallye de principio a fin. Nuestra meta cada vez era llegar al final, y luego, si quedábamos arriba, mejor que mejor. Uno de los rallyes en el que mejor lo pasé y fui más rápido fue en la Ulloa, en el último. Fue un rallye con tramos muy largos, en el que sin embargo las diferencias con los coches más potentes eran más pequeñas. Normalmente es al revés pero arañamos muchos segundos en las zonas rápidas. Creo que fuimos más valientes que otros.

- Sí, porque una de las cosas que destacó de usted esta temporada es que consiguió meterse en medio y por encima de monturas mucho más potentes que la suya...

- Sí, en el Ribeira Sacra por ejemplo quedamos cuartos y por delante había grandes coches pero por detrás quedaron R2, R3, Mitsubishis más ligeros... Fuimos los primeros de los mortales y por delante de otros que deberían haber estado por encima. Los abandonos nos ayudaron ese día pero los rallyes son así para todos. Una vez te toca a ti y otra a otros.

- ¿Todos estos años de sufrimiento le dieron una experiencia que aprovechar esta temporada?

- Sí, eso influye. Aunque tuviese siempre problemas vas conociendo el campeonato, lo que se mueve en él y a la gente. En ese sentido me ayudó mucho. En cuanto a pilotaje, no creo que me ayudase mucho porque hacía solo un rallye o un tramo o dos. Eso no te permite coger ritmo. Creo que aprendí más esta temporada que en las ocho anteriores juntas. Fue una pena no haber tenido este buen año hace varias temporadas.

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