Gustavo Lázara protagonizó ayer el susto de la tarde. El bravo extremo lalinista tuvo que ser atendido sobre el parqué del multiusos después de un encontronazo fortuito con Escudero. La aparatosidad de la lesión -la nariz le sangraba abundantemente- hizo temer por la continuidad del jugador en el partido. Sin embargo, Gustavo pudo seguir en pista anotando cinco dianas, además de conseguir que la pareja arbitral dejase al Porriño sin Escudero en sus filas.