El pabellón de O Rosal continuará siendo una temporada más terreno vedado para el Embutidos Lalinense. Los rojinegros acudían a su cita con el Atlético Novás con la intención de dar la sorpresa en estos primeros compases de la temporada pero sabiendo también que tenían que hacer todo perfecto para poder llevarse los puntos a Lalín. El equipo dirigido por Milucho hizo mucho para lograrlo, llevando el mando del partido y del marcador en muchas fases. En el tramo decisivo sin embargo, el Novás tiró de galones para terminar llevándose el triunfo.

El encuentro se movió en diferentes fases. Los locales fueron mejores de inicio, aunque los rojinegros se rehicieron rápido para igualar la contienda e incluso llegar a ponerse por delante al paso por vestuarios (12-13). Tras la reanudación, el guión del partido se mantuvo durante unos minutos, con los rojinegros uno y dos goles arriba. Un parcial de 5-1 mediada la segunda parte permitió al Novás ponerse por delante. En el último minuto y con un tanto abajo, el Lalinense tuvo la opción de empatar, en una acción en la que la fortuna no estuvo de su parte.

Al término del partido, el entrenador del equipo rojinegro tuvo palabras de elogio para un equipo. "Perdimos por deméritos propios, porque nos equivocamos en algunas cosas, pero no se nos puede pedir más. Los jugadores pelearon y se dejaron la piel. No hay nada que decirles, solo que estamos en camino y que si seguimos así en algún momento caerá de nuestro lado", manifestó. Milucho considera que fue un partido jugado "al límite", en el que la victoria pudo ser para cualquiera. Lamentó en este sentido la mala suerte que tuvieron en algunas jugadas clave. "Estoy muy orgulloso de estos hombres. Fue un partido igualado y competido en el que tuvimos que jugar a tope. Luego las cosas te pueden salir mejor o peor", apuntó.