El Lalín cerró el pasado fin de semana una temporada con dos caras opuestas. El mal inicio de temporada de los rojinegros condicionó en gran medida su campaña. Ni los 33 puntos logrados en los últimos 23 partidos fueron suficientes para sacar al equipo de puestos de descenso. Ese sprint final sin recompensa tuvo como protagonista al entrenador ourensano, Alberto Pereira Tamayo, un hombre que reconoce su frustración tras quedarse a solo un paso de conseguir su objetivo. "Era difícil. Sabíamos que hacía falta una carambola casi imposible. Hicimos lo nuestro, que era ganar, pero remamos para terminar muriendo en la orilla", afirmó al tiempo que valoró el trabajo y los números del equipo desde su llegada hasta el final de liga.
El entrenador ourensano no se arrepiente sin embargo de haber aceptado el reto que le planteaba el Lalín. "A nivel personal es una de las experiencias que más me han enriquecido en vestuario y competición. De las situaciones complicadas y difíciles es de las que más aprendes", afirmó. "Me dio sin embargo mucha rabia por los chavales. Trabajamos mucho para intentar mantener al Lalín en Preferente. No lo logramos pero al menos no nos tiramos fuera del barco. Hasta el minuto 90 del último partido tuvimos opciones y no nos rendimos como hicieron otros. Nadie puede reprochar nada a estos jugadores porque se dejaron la vida por salvar al Lalín", manifestó.
Tamayo tuvo palabras de elogio para sus hombres por el sacrificio que realizaron. "Fue una situación complicada pero en cada revés que recibíamos nos íbamos más arriba. No creo que seamos responsables de esta situación. A mí nadie me engañó cuando vine pero para mí el Lalín son palabras mayores y decidí asumir el reto. Otros, al ver lo complicado que lo tenía este equipo para salvarse, decidieron no venir. Yo lo tuve claro, igual que jugadores como Beni, Carra o Brais. Me da rabia por los chavales porque creo que a estos jugadores los menospreciaron y los ningunearon a nivel futbolístico. Sin embargo pueden irse con la cabeza levantada. Estuvimos ahí hasta el final. Otros decidieron abandonar el barco. Que quede nuestro nombre ligado al descenso del Lalín a Primera Autonómica es algo injusto y que me da rabia".
El entrenador ourensano también destacó el apoyo que han recibido en su lucha por conseguir la permanencia de una gran parte de la afición del Lalín, así como de exjugadores y exentrenadores que les daban ánimos tras cada jornada. Destacó en este sentido el gran entendimiento que terminaron teniendo con la Escola de Fútbol Lalín. Tamayo recordó que los juveniles terminaron siendo piezas importantes en el primer equipo y señaló que la colaboración que les ofrecieron desde la cantera fue total. "Esa fue la parte positiva de todo esto. Hay a mucha gente a la que tenemos que dar las gracias por el apoyo que nos dieron", sentenció el técnico.
Baja de Michi
El partido ante el Monterrey sirvió para despedir al que ha sido portero del Lalín durante los últimos cuatro años, Michi. El meta cuenta con importantes ofertas, que han cobrado más fuerza tras el descenso. Maceiro también ha manifestado su intención de dejar el club, posiblemente en dirección al Piloño.
