La jornada de clausura del campeonato liguero va a ser de infarto para el Club Deportivo Lalín. El equipo de Tamayo tendrá que estar pendiente de la radio y de las redes sociales a la conclusión de su partido, el próximo fin de semana, frente al Monterrey en el Cortizo sintético. Los dezanos deberán ganar y esperar que tanto Alertanavia como Caselas pierdan en casa del Marcón y del Domaio, respectivamente, si quieren jugar la próxima campaña en el Grupo Sur de la Preferente Autonómica. Así las cosas, el cuadro lalinista aguarda un auténtico milagro para evitar la quema después de una temporada convulsa y demasiado irregular.

Sin embargo, su entrenador del Lalín, Tamayo, se aferraba ayer como un clavo ardiendo a la única posibilidad del equipo para seguir manteniendo viva la fe en los suyos. "Sé que tenemos que ganar y esperar los tropiezos de los rivales, y yo me aferro a todo en estos casos", indicó el técnico. Tamayo reconoce que "es complicado, pero quién te dice que no pierdan estos días; mira el Sporting de Gijón, al que todo el mundo daba por descendido una semana y ahí lo tienes otro año en Primera", añadió. El entrenador del Lalín también quiso dejar claro que "no soy de abandonar barcos, pero sí de aprender de los errores" para enfatizar su idea de morir matando en la última jornada del torneo regular. El responsable del vestuario rojinegro no quiere ni oír hablar de tirar la toalla cuando aún le queda una bala en la recámara, y por eso afirmaba, también ayer, que "vamos a trabajar para ganar al Monterrey" y esperar acontecimientos en los otros dos campos donde asimismo jugará el Lalín el domingo.

En otro orden de cosas, el entrenador del Lalín también reconoció ayer que el vestuario se encuentra muy tocado después de lo sucedido en el municipal de Espiñedo. "Los chavales están muy tocados y exhaustos porque hay que tener en cuenta que luchamos contra veinte mil adversidades, y llega un momento de la temporada en que te faltan jugadores importantes porque son seres humanos y tienen un tope", aseguró Tamayo. De hecho, las lesiones son unos de los factores que, según Tamayo, podrían explicar la precaria situación deportiva por la que pasa el Lalín en las últimas jornadas. El técnico abundó diciendo que "la pena de todo esto por lo que estamos pasando es que cuando íbamos mejor aparecieron las bajas importantes en una plantilla muy corta".

Culpa de todos

Tamayo tampoco quiso entrar a valorar las razones por las que el Lalín llegará a la última jornada pendiente de un hilo para seguir en Preferente. "Esto es culpa de todos y fruto de cosas raras que pasaron en el club, que ahora no quiero entrar a valorar". El entrenador lalinista quiere ahora abstraerse de todo el entorno del club para poder afrontar esta última semana con garantía y poder trabajar en hacerse con los 3 últimos puntos en juegos del campeonato.

Por lo que respecta a la goleada encajada en O Carballiño, Tamayo señaló que "estuvimos muy mal, y si a eso le sumas la numerosas bajas con las que viajamos..." para justificar un pésimo encuentro de los suyos cuando más hacía falta conseguir una victoria. Sobre lo sucedido el domingo, el entrenador del Lalín tenía claro ayer que "hay jugadores que acumulan mucho cansancio, y hubo quienes terminaron reventados después de darlo todo sobre el terreno de juego, pero desgraciadamente no fue suficiente".

Sea como fuere, el Lalín también necesitará del aliento de sus aficionados el próximo domingo en el Cortizo sintético si quiere aferrarse a la categoría delante del Monterrey. El empuje de la grada se antoja fundamental en uno de los partidos más trascendentales de la historia reciente del Lalín.