El Estradense y Eduardo Muñiz "Tinto" tienen previsto ofrecer una rueda de prensa en los próximos días -posiblemente en la noche de hoy- para explicar los motivos que terminaron motivando la ruptura de su relación. Se trata sin embargo de una decisión consensuada y amistosa en la que ninguna de las dos partes quiere quedar por encima de la otra. Se fraguó en una reunión que el presidente de la entidad, José Ángel Gestoso "Secho", y el entrenador mantuvieron en la noche del pasado jueves. Fue un encuentro en el que quedó patente la necesidad de un cambio, tanto por parte de la entidad como por la del propio técnico después de cuatro años. La decisión fue tajante y al día siguiente Tinto se lo comunicó al plantel durante el último entrenamiento de la semana.

De esta manera se pone punto y final a una de las épocas más exitosas a nivel deportivo del Estradense, especialmente si se tiene en cuenta las penurias y limitaciones económicas con las que el técnico ha tenido que lidiar en sus cuatro años como entrenador. Tinto se hizo cargo del Estradense tras un descenso desde Tercera División que dejo el equipo en cuadro en cuanto a jugadores y con una amplia deuda que comenzaba a aflorar. Esa fue la temporada más dura para el técnico y para un Estradense que logró mantenerse en Preferente de milagro y cuando todos lo daban por desahuciado. Buena parte del éxito radicó en la capacidad de Tinto para crear una plantilla de la nada y por muy poco dinero. Esos doce o trece jugadores se conjugaron con los juveniles que él mismo entrenaba en el Sporting Estrada.

Ese año de sufrimiento fue sin embargo el punto de partida para explicar lo que hoy es el Estradense. Tras la marcha de Juan Manuel Afonso una nueva directiva se hizo cargo de club con el claro objetivo de saldar la deuda. Secho y su grupo de dirigentes mantuvieron la apuesta por Tinto y por los jugadores de la casa. A pesar de vivir momentos duros, esa apuesta se mantuvo innegociable, al igual que el gusto por un juego de toque. El punto máximo del proyecto llegó la pasada temporada, en la que terminaron en puestos de play-off con un juego que deslumbró y con un equipo formado en su gran mayoría por jugadores de la casa. Este año el equipo volvió a pelear arriba, cediendo terreno con la cabeza en la segunda vuelta, cuando las lesiones mermaron mucho el nivel de un equipo con poco fondo de armario.

Este tramo final de temporada dejó ver sin embargo un desgaste, tanto por parte del entrenador como de la confianza de la directiva, que sin embargo no dudó en ofrecerle la renovación. Esas negociaciones se estiraron sin embargo más que otras veces y sirvieron para poner sobre la mesa la necesidad de un cambio de dirección. El Estradense se abre de esta manera a la entrada de un soplo de aire fresco en el equipo, mientras que Tinto explorará otras opciones de cara a la próxima temporada. Por el momento, ni unos ni otros tienen nada cerrado.