Marcos Rodríguez es un nombre propio dentro del fútbol aficionado gallego. El lateral, formado en las categorías inferiores del Estradense, ha conseguido asentarse en una complicada categoría. Forma parte además del ambicioso proyecto del Boiro, equipo en el que ha militado durante las últimas tres temporadas. A falta de cuatro jornadas, su equipo marcha líder de la categoría, en una lucha con el Cerceda por la primera posición final. El jugador estradense ya sabe que disputará sus segundos play-offs a Segunda B, una espina que tiene clavada con un premio final en forma de sueño, dar el salto de categoría. Sería un gran colofón para la carrera de un hombre que ha aprendido a labrarse un nombre lejos de su tierra y del equipo que lo vio formarse.
A Marcos le costó arrancar esta temporada. La llegada de un nuevo entrenador y el fichaje de varios jugadores importantes en Tercera División lo relegaron al banquillo e incluso, por primera vez en su carrera, se quedó fuera de la lista de convocados por decisión técnica. "Hablé con el entrenador por si estaba haciendo algo mal pero me tranquilizó y me dijo que siguiese trabajando", explica. Unos meses después, Marcos se ha asentado como el lateral izquierdo titular de un equipo que manda en la Tercera División gallega con dos puntos de ventaja sobre su perseguidor y único equipo que le puede arrebatar el título y el privilegio de jugar la promoción de primeros.
"Va a ser un final de liga apretado. Nos quedan cuatro partidos que serán cuatro finales. El objetivo llegados este punto es ser campeones para poder jugar el play-off de primeros", explica. "Estamos haciendo una buena temporada, aunque hay que ser sinceros, tenemos un gran equipo. Desde el principio salimos con la vista puesta en el play-off. Una vez metidos, ya es otra cosa, porque necesitas también una pizca de suerte. Intentaremos hacerlo lo mejor posible para ascender", añadió.
El jugador estradense cumple su tercer año en Boiro "Aquí me trataron muy bien y yo intento ayudar en lo que puedo. Tenemos además un buen grupo de gente a pesar de que también llegaron varios jugadores nuevos", relata. Con el Boiro ha vivido un play-off de ascenso y también una dura temporada en la que se salvaron del descenso en la última jornada. Cumple además su sexta temporada en Tercera. Anteriormente militó en el Negreira, equipo con el que también luchó y logró la permanencia. Allí llegó procedente del Estradense, con el que vivió un descenso a Preferente. Su salto a Tercera llegó sin embargo con el Santa Comba, equipo que lo fichó después de tres temporadas en el Santiago. "Es importante estar asentado en Tercera, aunque también te obliga a hacer muchos kilómetros. Quien algo quiere, algo le cuesta, y en mi caso es el tener que desplazarme", explica Marcos.
El lateral zurdo dejó A Estrada tras una época convulsa. "El año que estuve me quedaron a deber cuatro meses. Al final perdoné uno y así pude cobrar. Fue el único equipo en el que me pasó eso", explica. "Me dicen por ahí que le tengo manía al Estradense, pero para nada, al contrario. Tuve problemas con la gente que estaba ahí pero ahora, cuanto más arriba esté, mejor. Creo que A Estrada se merece tener un equipo en Tercera y puede tenerlo sin tirar la casa por la ventana".
Desde el club rojillo ya lo han tanteado en las últimas temporadas para un posible regreso, aunque sin éxito. "Hablaron conmigo pero de momento, si puedo estar en Tercera, prefiero seguir. Creo que entendieron mi postura y muy bien con ellos", afirma. "Es importante lo que están haciendo, limpiando la imagen del club y teniendo al día a los jugadores. No es manchar el nombre pero, si coges fama de que no pagas, luego es difícil que vengan jugadores", añade un hombre que no cierra la puerta a volver a vestirse de rojo. "Nunca se puede decir que no. Lo que pasó es algo olvidado".
