La agónica victoria sobre el Domaio ha devuelto a la vida a un Club Deportivo Lalín que ya sueña con alcanzar la permanencia en lo que resta de temporada. "Sabíamos que había que sacar el choque con Domaio adelante y que todo el futuro pasaba por ganar", desveló ayer Tamayo, entrenador de los del Cortizo. El técnico admitió que "no fue un partido bonito porque teníamos muchas bajas en la parte de arriba, y con sólo dos referencia disponibles como Yemba y Manu Rego". Tamayo alabó la disciplina táctica de los suyos en un duelo que en su primera parte planteó con un 4-2-3-1, pero que "en el que tuvimos fases donde perdimos en algún momento ese dibujo", añadió. Ayaso también destacó el esfuerzo realizado por algunos de sus futbolista, como es el caso de Ayaso "que jugó tocado y prefirió seguir sobre el campo porque sabía que no había recambios en el banquillo", indicó su orgulloso entrenador.

Tamayo sigue confiando plenamente en la capacidad de su plantilla, y ayer también insistió en que "tenemos que pelear y luchar en todos los partidos, y evitar que nos descoloquemos, como nos pasó ante el Domaio en algún tramo del partido". A pesar del complicado calendario que tiene por delante el cuadro lalinista en las próximos 15 días, su entrenador considera que "nos viene bien el no tener que jugar este fin de semana" para poder recargar las pilas de una plantilla muy exigida, y que tiene por delante una serie de finales que afrontar para poder salir del pozo y hacerse con la permanencia. De hecho, todo parece indicar que el responsable del banquillo rojinegro dará minutos esta noche, en el partido de Copa Deputación, a algunos de los menos habituales, en un claro gesto de dosificar fuerzas. Tamayo quiere que el equipo llegue al tramo decisivo del campeonato en la mejor forma posible, y con la moral intacta para aspirar a todo en lo que a la clasificación se refiere. Haber superado al Domaio en ella parece ser el mejor comienzo para este renacido Club Deportivo Lalín a estas alturas del campeonato. Recuperar efectivos también se antoja crucial para ello.