Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pardiñeiro, el único campo de hierba en Tabeirós

El campo del Berres es el único de hierba natural tras el derribo de A Baiuca. // Bernabé/Luismy

Mientras la comarca dezana mantiene todavía cuatro campos de hierba natural -cinco si se incluye Gresande en el que ya no se juega al fútbol sino al rugby-, la comarca de Tabeirós-Terra de Montes se ha quedado con solo un campo de estas características, O Pardiñeiro. El campo del Berres, equipo de Tercera Autonómica, es el único donde todavía crece la hierba después del reciente derribo del estadio de A Baiuca y la mudanza del Estradense al nuevo sintético del Municipal. Los rojillos encontraron en este traslado en punto y final a sus continuos males con el terreno de juego de A Baiuca.

Pardiñeiro mantiene sin embargo su hierba y la luce con orgullo tras el duro trabajo realizado por la directiva y los vecinos para poder dotar a su campo de la deseada alfombra. Su caso se parece al de otros muchos clubes que, sin militar en grandes categorías, han contando con emprendedores dispuestos a sacrificar su tiempo, esfuerzo y en muchos casos dinero por dar a su club un estadio a la altura de los mejores.

En el caso del campo del Berres, su inauguración es relativamente reciente. Según recuerda su entrenador y directivo, Juan Rivadulla, fue en los años 2006 y 2007 cuando comenzó a jugarse sobre hierba. Fue el resultado de un largo proceso de petición de subvenciones y del trabajo de muchas personas, ya que superó los 80.000 euros de presupuesto.

El campo de Pardiñeiro reluce con la llegada del buen tiempo pero su cuidado necesita muchos sacrificios. "En verano y primavera es una gozada pero los inviernos son muy largos aquí en Galicia. Nosotros casi no entrenamos en él. Lo hacemos en el campo de tierra que tenemos al lado", explica Rivadulla. El cuidado del campo lo realiza el propio club, aunque también cuenta con ayuda del Concello de A Estrada, que contrata a una empresa para que corte el césped y se encargue del abono. "La hierba natural es muy bonita pero te limita mucho. Por ejemplo, para el Callobre, con tantos equipos, no serviría. Para esos casos lo mejor son los sintéticos", reconoce.

Compartir el artículo

stats