"Fue un mazazo muy duro, pero hay que tener en cuenta que perdimos contra el líder", manifestaba ayer un Paco Aguiar más relajado después de su revelador acto de contrición del pasado sábado tras la derrota en casa del Chapela. El entrenador del Lalinense reconoció que "estábamos confiados porque veníamos de una buena dinámica, pero no se acaban aquí las cosas". En este sentido, el máximo responsable del vestuario rojinegro tiene claro que ahora toca pensar en hacerse con una virtual medalla de bronce del campeonato regular. "Si en estas diez jornadas que restan rozamos la excelencia es posible que logremos ser terceros", explicó el entrenador, que también contempla el que sus jugadores no lo consigan "lo que haría que terminemos cuartos o quintos".

Mantener la moral del grupo es ahora la principal misión de Aguiar y su segundo Roberto Granja. "Es un objetivo difícil porque significa ganar casi todo lo que queda, pero no nos podemos venir abajo", afirmó ayer Paco Aguiar. De todas formas, el técnico lalinista sigue manteniendo intacta su fe en el plantel puesto que también señaló que "los jugadores están totalmente implicados" en el proyecto que encabeza por vez primera esta temporada al frente del Lalinense.

Por lo que respecta al plano personal, Paco Aguiar quiso dar muestras de serenidad diciendo que "uno tiene que marcarse unos objetivos y luchar. Hay que aprender las piedras que surgen en el camino poco a poco porque los buenos equipos son los que tras las caídas consiguen levantarse". Con tal motivo, el responsable del vestuario lalinista espera que todos los integrantes del equipo sepan estar a la altura de lo que les va a demandar la Liga hasta la última jornada. Al Lalinense, pues, le restarán diez jornadas para poder maquillar la temporada situándose entre los mejores del grupo, aunque alejado de las posiciones de playoff.

Por último, preguntado por si se esperaba lo sucedido el pasado fin de semana en Chapela, Aguiar indicó que "cuando dos compiten, uno gana y otro no, y ellos son un equipazo y por eso van ahora de líderes". Sin embargo, el entrenador del Lalinense considera que "el resultado duele porque empezamos siendo superiores en el partido". Aguiar entonó un inapelable mea culpa al término del encuentro señalando que posiblemente en algunos momentos el encuentro se le pudo haber "hecho grande" a la hora de iniciar las rotaciones.