- Entró en la junta gestora en 2011 y gran parte de sus compañeros iniciales lo han ido dejando ¿por qué no tomó usted el mismo camino y sigue al frente del Lalín?

- Hay gente que tenemos un cariño especial por el Lalín y no soy yo solo. Somos muchos los que creemos en el Lalín y creemos que no hace falta empeñarlo para que funcione. Hoy en día el Lalín es un club solvente al cien por cien, que tiene cero deuda. Muchos equipos gallegos querrían estar en su situación. A nivel deportivo no estamos donde nos gustaría pero nuestro reto es que el Lalín esté ahí e incluso ascienda sin tener que hacer historias que perjudiquen al club. A muchos presidentes les costó dinero el Lalín, a Amandio o a Viti por ejemplo. Para mí, el Lalín puede ser un grande pero no a cualquier precio. Si sigo ahí es porque creo en este proyecto. Este está saliendo bien a nivel económico. A lo mejor no tanto a nivel deportivo. En cuanto a la directiva, es cierto que muchos se fueron pero hay gente que busca en esto el incentivo personal. Quieren que estar aquí ayudando les aporte algo y aquí lo único que te da esto es una satisfacción personal y si las cosas no salen bien, ni eso.

- Sin embargo, ahora sí que ha dicho que lo deja.

- Sí, este año ya anunciamos que nos vamos sí o sí. La situación en la que estamos es solo culpa nuestra. Algo hicimos mal y por eso estamos ahí. Vamos a intentar salvar la categoría y dejar paso a personas que vengan con nuevas ideas, mejores contactos con las empresas y más capacidad para hacer socios. Parece que nosotros molestamos a alguna gente y no vamos a seguir tirando de un carro que no le interesa a la gente. A nivel político creo también que se debería apostar más por el Lalín.