- ¿Contaba con hacer un papel así?

- Sabía que podía hacer una buena maratón. Incluso me veía demasiado bien. Los entrenamientos me daban seguridad y tampoco tuve contratiempos en forma de lesiones. Todo salió ideal. Sabía que podía llegar a las 2 horas y 26 minutos pero esto es una maratón y puede pasar de todo. Al final mejoré ese tiempo. Creo que fui creciendo poco a poco y con el paso de los kilómetros. También ves que vas pasando a los élites, gente con marcas por debajo de 2,20, y eso te va animando más porque yo iba con un dorsal de popular.

- Esta gran marca le llega además a una edad avanzada.

- Sí, tengo 38 años pero me siento joven. La edad me da igual aunque es cierto que llega un momento en el que ya no se dan mejorado las marcas. Sin embargo es algo en lo que también influyen factores como la genética o el entrenamiento. Hoy en día por ejemplo miras los primeros puestos de las carreras de fondo y la mayor parte somos gente veterana. No hay jóvenes talentos que vengan por detrás. Yo empecé por ejemplo hace 20 años.

- También ha sido clave su trabajo con su entrenador José Nercellas.

- José Nercellas es mi entrenador pero también mi amigo. Aquí todo se hace pactado y de una forma amigable. Es un entrenador con muchos conocimientos y es un placer trabajar con él.