- ¿Cuál es su función actual en el organigrama técnico del Celta de Vigo?

- Esta temporada estoy como preparador físico juvenil de Liga Nacional, el juvenil B.

- Sin embargo el pasado fin de semana le tocó ir como preparador al torneo de la Real Sociedad...

- Sí. Es un torneo que tiene una peculiaridad ya que pueden ir varios de segundo año, en concreto seis, pero el torneo en sí es para jugadores de primer año. Entonces tratamos de ir cuerpo técnico del primer equipo y del segundo. Hicimos una mezcla entre el juvenil A y el B.

- ¿Cuántos años lleva trabajando en la base del club olívico?

- Tuve dos periodos. El primero de ellos fue de tres años. Lo dejé porque no era capaz de compatibilizarlo con mis obligaciones laborales. Volví este año otra vez. En esta época fui pasando desde el alevín, a infantil, a cadete y esta temporada a juveniles.

- ¿Cómo llega un preparador y entrenador desde A Estrada a la cantera del Celta?

- Todo surgió por medio de un conocido, que tenía referencias de mí y sabía de mi forma de entender el fútbol y de trabajar. El primer año estuve con los alevines y luego ya me tocó pasar a trabajar con otras categoría. Siempre estuve como preparador físico aunque realmente en el club el preparador hace en la práctica un trabajo de entrenador adjunto.

- Supongo que contento de poder trabajar en un club de ese prestigio y de acumular una experiencia de cuatro temporadas cuando todavía tiene 35 años.

- Sí, muy contento, sobretodo por los medios y el nivel de los jugadores. La selección de jugadores que se hace otorga una gran calidad. El hecho de estar en un club así también te permite aprender mucho y, cuando ya llevas unos cuantos años, conoces a mucha gente que te aporta sus conocimientos.

- ¿Y la exigencia?

- La que cualquiera se puede imaginar. Es un club que capta muchos jugadores. Esto es como una selección y por ello la exigencia es máxima, tanto para los jugadores como para el cuerpo técnico. Aquí nadie se puede relajar.

- Atrás quedaron ya sus tiempos en el Sporting Estrada, cuando llegó a tener a su cargo a una prometedora generación que hoy en día ya ha desembarcado en el primer equipo del Estradense.

- Sí, tengo muy buenos recuerdos de ese grupo de jugadores. Ya se veía que había gente con mucha calidad. Si no recuerdo mal creo que ganamos la copa en Silleda y nos clasificamos para la fase de ascenso. Lo de llegar al primer equipo es algo que nunca sabes, sobretodo al trabajar con infantiles. Ves que tienen potencial pero nunca sabes a dónde pueden llegar. Vas siguiendo su evolución pero el potencial final no se sabe. No es solo la calidad porque hay muchos condicionantes que influyen.

- Algo parecido a lo que le pasará con los jugadores del Celta pero a otra escala.

- Trabajar con David Costas o Santi Mina ya ves que es gente que tiene muchas opciones de llegar a ser profesional. Sin embargo también ves gente con mucha calidad que se queda por el camino. En un club así son todos buenos. Luego entran temas de lesiones, otros intereses o que no se lo toman realmente en serio... Son muchos condicionantes.

- El Celta está realizando una clara apuesta por la cantera en las últimas temporadas. ¿Se nota en la base?

- Se nota una mayor ilusión. Aquí el que está es porque quiere ser jugador de fútbol y tratan de hacer todo lo posible para llegar a ser profesionales. La gente se ilusiona al ver las puertas del primer equipo abiertas. Ven la posibilidad real de llegar Hay otros clubes que venden que se puede llegar pero las puertas están medio cerradas. En el Celta es todo lo contrario. Se ve año tras año que la gente llega al primer equipo y esa es una motivación extra.