Xoán Ledo Méndez vino al mundo el 6 de julio de 1996 en Santiago. Su padre, Juan Ledo, recuerda como "arranqué con el coche a toda pastilla para el hospital y casi no me dio tiempo ni a aparcar" el día en que nació su hijo. La separación de sus progenitores hizo que Xoán viajara con su madre a tierras vascas para vivir un año en Vitoria, donde llegó a jugar al fútbol en las categorías inferiores del Alavés. De vuelta a Lalín, Xoán probó con los alevines del balonmano pero, según recuerda su padre, "no le gustó y se fue al Lalín de fútbol con los pequeños pero como no le dejaban jugar de portero tampoco siguió". Su progenitor cree que no es la persona más indicada para definirlo pero no duda en señalar que su hijo es una persona "de corazón gigante, muy noble y humilde y, también, muy amigo de sus amigos". De todas formas, Juan Ledo piensa que quienes mejor lo pueden calificar son sus compañeros del Balonmán Lalín, donde se encuentran la mayoría de sus amistades.

Precisamente, en el seno de la entidad rojinegra uno de los que mejor conoce al flamante nuevo internacional lalinista es el directivo y técnico del primer equipo, Budi. El entrenador conoce a Xoán desde pequeño. "Es muy amigo de mis hijos y viene a menudo por casa. Es una persona excelente, en todos los aspectos", indica el entrenador del Lalinense. Budi coincide con el padre del portero es destacar el "gran corazón" con el que cuenta un jugador conocido en toda España por ser uno de los líderes de los equipos juvenil y cadete rojinegros, sobre todo, con sus interpretaciones de la popular canción partisana Bella Ciao a la conclusión de los partidos que disputa. "Todos los buenos jugadores acaban siendo líderes de los equipos, y Xoán es de esos a los que no le gusta perder ni a las pipas", afirma Budi. Xoán comparte con el resto de jugadores de base del Balonmán Lalín la ilusión "de llevar algún día al equipo a la División de Honor B", desvela Budi, que no se extrañaría si tarde o temprano el portero hace la maleta como en su momento les pasó a Pablo Cacheda o a Geni Enríquez, jugador lalinense que también llegó a jugar con el equipo B de España en su etapa como profesional. De todas formas, Budi piensa que "cada cosa tiene que ir a su tiempo" y confía en que lo sucedido en los últimos días "no se le suba a la cabeza" a Xoán Ledo para poder ir quemando las necesarias etapas de su prometedora vida deportiva.